viernes, 19 de octubre de 2012

66.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.



Me despierto sola, como siempre desde que he llegado a casa, subo la persiana y lo que me encuentro me deja helada. El chico que lleva sin llamarme una semana está en la terraza de enfrente trasteando con su móvil. En menos de un segundo Justin alza la vista y se queda mirándome para después saludarme con la mano aunque no obtiene el mismo gesto por mi parte porque cierro la cortina y me meto en mi habitación de nuevo. Tiene la cara de no llamarme y encima me saluda. ¡Será gilipollas! No tenía ni idea de que Justin era el vecino de mi abuela, esa debe ser la casa de su madre, el mundo es un pañuelo...

-Kelly, ¿estás despierta?-pregunta mi madre detrás de la puerta.

-Si mamá-mi madre entra en mi habitación.

-Pues baja ya a desayunar-vuelve a salir.

Me doy una ducha rápida y me visto, bajo al salón donde Limón me recibe con saltitos y ladridos, este perro está enorme madre mía.

-Buenos días-digo entrando en la cocina.

-Buenos días-responde mi hermana con su habitual voz de pito.

Le doy un beso en la frente a mi hermana y le doy otro beso en la mejilla a mi madre que saca dos tortitas de la sartén y las pone en el plato con las demás.

-¿Has dormido bien?-pregunta mi madre.

-No, he vuelto a tener pesadillas...

-Cariño, ya llevas una semana así.

No respondo. Es verdad llevo una semana teniendo unas horribles pesadillas, me tiro toda la noche despierta hasta que al amanecer caigo rendida pero solo consigo dormir dos horas... Me bebo un zumo de naranja y a penas me como una tortita, no tengo hambre. Llaman a la puerta y mientras mi madre va a abrir yo me voy al salón seguida por mi hermana pequeña. Al poco tiempo aparece mi madre en el salón con Justin. ¿Por qué está aquí Justin? Busco algo que hacer para no tener que aguantarle así que paseo mi vista por el salón y veo a Limón, cojo el móvil y los cascos para metérmelos en el bolsillo junto con las llaves.

-Vamos a la calle gordi-le digo al perro mientras le pongo la correa mientras ignoro completamente la mirada de Justin.

Salgo de casa con el perro y mi madre y Justin se quedan sorpendidos sin saber que hacer . ¿Por qué narices tiene que presentarse ahora en mi casa? Me pongo los cascos y comienzo a correr, Limón va rápido pero consigo seguir su ritmo perfectamente. Corremos juntos por el parque y las lágrimas comienzan a recorrer mis mejillas cuando no puedo quitarme a Justin de la cabeza. Y de pronto la música para de sonar pero comienza a sonar otra, mi tono de llamada. Su nombre aparece y el jodido fondo de pantalla con una foto nuestra parece insultarme. Cuelgo sin pensarlo, pero cuando lleva cuatro llamadas me es imposible no rendirme.

-¿Quieres dejarme en paz?-respondo de mala gana.

-¿Dónde estás?-pregunta ignorando completamente lo que yo he dicho antes.

-No te importa-estoy siendo borde.

-¿Por qué estás enfadada?

-Vete a la mierda-cuelgo.

Me siento en un banco, estoy cansada y me duele la cabeza de llorar. Me quedo acariciando a Limón que tiene la lengua fuera y me mira como si me comprendiera. Justin me sigue llamando pero lo tengo en silencio y parece que el no escucharlo consigue aliviarme un poco porque estoy muy nerviosa. Decido volver a casa con la idea de que Justin no estará pero cuando estoy llegando le veo sentado en el banco de enfrente de mi casa. No le miro y aunque intento que ñel no lo haga ya lo está haciendo y se está acercando a mí. Se planta delante de mí y puedo notar como se detiene el tiempo cuando nuestras miradas se cruzan y veo como sus ojos están llenos de agua que cae en forma de lágrimas por sus suaves mejillas.

-¿Por qué estás enfadada?-pregunta al fin.

-Tú sabrás Justin-dejo de mirarle porque no soporto verle más así.

-Si lo supiese no te lo preguntaría.

-Solo déjame en paz-intento sonar tranquila pero termino susurrando.

Camino hacia mi casa pero su mano sujeta con fuerza mi brazo sin llegar a hacerme daño y me impide que siga abanzando. Joder, ¿no puede desaparecer de mi vida y ya está?

-¡¡Déjame joder!!-le grito e intento zafarme de su agarre pero en el intento el perro se me escapa aunque solo va hacia la puerta de mi casa.

-No quiero. ¿Por qué siempre que te enfadas tienes que huir?-reprocha.

-No huyo, es que estoy harta de discutir contigo Justin-le miro.

-Pero es que ni si queira estamos discutiendo-

-Pues por eso, así lo evito.

-Así no evitas nada, lo único que haces es dejarme con la palabra en la boca.

-Suéltame Justin, no quiero hablar contigo.

-¿Por qué?

Suelto una risa sarcástica.

-Bueno, puedo vivir sin hablar contigo ya que tú has sido quien lo ha decidido.

-¿El qué?-pregunta sin entender.

-No hablar conmigo.

-No te entiendo Kelly...

-¡¡Mira Justin, llevo una jodida semana esperando una miserable llamada tuya pero tú no te has dignado a llamarme ni un puto segundo!!-le grito-Así que déjame en paz Justin.

Me deshago de su agarre y me meto en mi casa dejando al chico de ojos dorados en la puerta con la palabra en la boca. Cuando entro mi madre se está colocando el bolso sobre el hombro y mi abuela está en la cocina.

-¿Has hablado con Justin?-pregunta mi madre.

-No-repondo rotundamente.

-Pues deberías.se acerca a mí y me da un beso en la mejilla- Me voy al trabajo.

-Que tengas un buen día-repondo entrando a la cocina.

Me siento  al lado de mi abuela que está pelando patatas, cojo un pelador  y la ayudo sin decir nada. Ella me mira.

-¿Qué te pasa con ese muchacho?-pregunta con curiosidad.

-Nada yaya...

-¿Le quieres verdad?

-Estoy completamente enamorada de ese gilipollas-digo bajando la vista.

-Él también de ti-dice con seguridad.

-Lleva una semana sin llamarme-la miro.

-Todo sucede por alguna razón cariño, debes confiar más en las personas y seguir a tu corazón-dice con una sonrisa.

-Si siguiese a mi corazón no estaría enfadada con él-mis ojos se llenan de lágrimas.

-Seguro que tiene una buena escusa-le defiende.

-A mí no me interesa.

-Si te interesa, no te engañes a ti misma.

jueves, 11 de octubre de 2012

65.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.

~Un mes  y medio más tarde~

-¿Qué tal te han salido los exámenes?-pregunta tirándose en la cama.

-Creo que muy bien ¿y a ti?-arrimo la silla del escritorio a los pies de la cama.

-Bueno, espero que bien-suelta una carcajada.

-Que sepas que como no apruebes te mato-me uno a su risa.

Sencillamente le mato porque me he tirado un mes ayudándole a estudiar y a veces no era fácil porque matemáticas y geografía no enraba en su cabeza, pero creo que al final lo conseguí. Llevamos todo el santo día haciendo exámenes, son las siete de la tarde y estoy muerta, creo que incluso podría quedarme dormida hasta de pie. Así que soluciono ese problema y me tumbo al lado de Justin en la cama y le abrazo.

-¿Estás cansada?

Acaricia mi pelo y yo hago un ruidito en señal de que sí y le abrazo más fuerte. Ahora lo que ocupa mi cabeza son las ganas que tengo de dormir aunque parece que no quieres dejarme porque Patri y Susana entran armando escándalo en la habitación.

-Joder-me quejo y me escondo en los brazos de Justin.

-Tranquila, que no te lo vamos a robar-dice Patricia antes de empezar a reírse a carcajadas.

-Cállate tonta-sueno casi como una niña pequeña.

-Déjala, es que está cansada y necesita dormir-me excusa mi novio.

-No me extraña, te has tirado estudiando toda la noche...-dice la pelirroja.

-Venga te dejamos dormir-dice Patri y todo se queda en silencio.

Mis ojos se comienzan a cerrar, Justin mueve su mano por mi brazo produciéndome unas cosquillitas muy agradables, pero hay alguien que quiere volver a joderme el sueño porque tres golpes fuertes y la voz de la conserje suenan tras la puerta. Justin se levanta corriendo y se esconde en el baño porque se supone que él no debe de estar en las habitaciones de las chicas, y si lo pillaran podrían expulsarle la semana que queda. Patri abre la puerta y la señora bajita y rubia, con esa simpática sonrisa que muestra siempre, se cuela en nuestra habitación.

-Chicas, vengo a daros las autorizaciones para la excursión-dice entregándole tres papeles a Patri.

Vamos a ir a escalar, bueno en realidad es como un albergue, hay tirolinas, escalada, tiro con arco... Miro la autorización con detenimiento: son 150 euros por cuatro días, dinero que le tendré que pedir a mi madre y me da un poco de palo. Justin sale y todas reímos, la verdad es que pasa aquí más tiempo que en su cuarto, pero no le han pillado así que... Coge mi autorización y la lee con atención.

-Buah, yo no iré-dice entregándomela de nuevo.

-¿Por qué?-pregunta Susana.

-Porque me han dicho que no haga ejercicio mientras no tenga del todo bien la costilla.

Ah es verdad... Ya tiene muy bien la costilla pero le queda una pequeña molestia y el médico le ha prohibido rotundamente cualquier esfuerzo físico y precisamente allí no nos vamos a quedar quietos. Y bueno luego por otro lado está lo que más le fastidia a Justin, el no tener sexo... Todas las noches me lo recuerda, según él va a morir si está mucho más así, es un exagerado y yo solo me río cuando lo dice. Me siento en mi cama, Justin se sienta a mi lado y toma mi mano entre las suyas y empieza a juguetear con la pulsera que él mismo me regaló y yo me dejo hacer. Llaman a la puerta de nuevo pero esta vez muy insistentemente.

-Joder, ¿pero quien coño es?-digo cuando abro.

-Bueno, tranquila que solo venía a saludar pero si quieres me marcho-dice Ryan.

-No tinto, pasa-digo riendo.

Me da un abrazo y saluda a los demás.

-Pues ya que hoy es el último día, hemos organizado una fiesta en la playa, ¿venís?

Se sienta donde anteriormente estaba sentada yo.

-Yo voy-dice su novia.

-Y yo-dice Susana.

-¿Vamos cariño?-me pregunta Justin.

-Pues como quieras-respondo.

-Pues venga, nosotros también vamos-le dice a Ryan.

Pues chachi, tengo que buscar algo para ponerme aunque esta noche me pienso venir pronto eso está claro.

-Pues luego nos vemos gentuza-dice marchándose con Patri de la mano.

Susana se mete al baño y me siento al lado de Justin que está revisando de nuevo la hoja que nos ha dado la conserje.

-¿No vas a ir?-pregunto.

-No lo sé...

Apoyo la cabeza en su hombro y suspiro, lo que tengo claro es que si él no va yo tampoco. Justin se tumba en la cama de nuevo con el móvil en la mano para ponerse a jugar a un juego muy raro que todavía no he conseguido entender pero a él le divierte y yo me siento con la espalda apoyada en el cabecero y también cojo mi móvil para entrar en el twitter, hace siglos que no entro, con eso de estudiar...

Miro las interacciones, tengo quince seguidores más, algunas menciones de hace como tres meses de Justin, Patri y Susana también me han puesto algunas cosas y empiezo a cotillear, lo primero que hago es mirar el perfil de Justin aunque no sé si es la mejor opción porque cuando comienzo a leer los tweets algo se rompe dentro de mí...

"No sé si tendré que separarme de ella y eso me da miedo"

"Quizá lo mejor sea acabar con todo"

"Cada vez queda menos para que la uni se termine..."

"No quiero perderla pero tampoco quiero ser un estorbo, las relaciones a distancia son difíciles"
"Es difícil estar del todo bien si a lo mejor tengo que dejar ir a la chica a la que amo"
¿En serio nos tendremos que separar? De verdad Justin, acabas de joderme pero bien.  Las lágrimas empiezan a salir solas y empiezo a sollozar, Justin me mira extrañado y me quita el móvil de las manos, lee y me sigue mirando.

-Kelly-susurra.

-¿Me vas  a dejar? Porque si es así hazlo ya por favor-me pide casi suplicando.

-Eh princesa, no te voy a dejar-dice seguro.

-Pues ahí no pone lo mismo-le reprocho.

-Escucha ¿vale? Mira no he dicho que te vaya a dejar, si lo hiciese es que estoy loco. Es que tengo miedo ¿sabes? ¿Y si salimos de aquí y no es lo mismo? ¿Y si vivimos lejos y no nos vemos tanto?

-¿Y por qué no me lo has dicho y si lo has ido poniendo en el twitter?

-Porque ahí me puedo desahogar, a ti no te lo podía decir porque de verdad que estoy asustado y nunca me había sentido así...

Mis lágrimas cesan un poco pero no del todo y él me abraza dulcemente.

-Yo también tengo miedo-susurro.

-Tranquila, todo saldrá bien, dicen que el amor puede con todo... Confía en mí.

-Sabes de sobra que confío en ti.

-Te amo tonta-dice cariñosamente-pero deja ya de llorar porque cada vez que lo haces se me parte el corazón de verdad.

Me seco las lágrimas y sonrío lo mejor que puedo aunque la verdad que no tengo muchas ganas porque no me había parado a pensar en eso y a lo mejor tiene razón, pero seguro que no me miente, todo irá bien...


domingo, 7 de octubre de 2012

64.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.

Justin me pega una patada y me despierta, no se para de mover y está sudando . Le zarandeo hasta que consigo que se despierte y me mira confuso. Se seca el sudor de la frente con la mano y suspira, después me mira de nuevo y yo le acaricio la mejilla. Frunce el ceño y repasa la habitación con la vista como si algo le preocupara.

-¿Estás bien?-le pregunto preocupada, en voz baja para no despertar a las chicas.

-Si, tranquila...-dice no muy convencido.

Le miro sentada en la cama.

-¿Has tenido una pesadilla?-vuelvo a preguntarle.

Asiente levemente y se acomoda en la cama mientras se lleva la mano al costado izquierdo con cara de dolor. Puedo observar como derrama algunas lágrimas pero no dice nasa.

-Te duele mucho, ¿verdad?-le ayudo a ponerse bien en la cama porque parece no poder.

Asiente de nuevo y se seca las lágrimas con el puño lanzando un suspiro al aire. Le miro el costado y me horrorizo cuando veo que el moratón está feísimo y lo tiene hinchado...

-¿Por qué no vamos al médico?-propongo.

-No voy a ir al médico por esto-dice muy seguro.

Suspiro y no le llevo la contraria porque ya le conozco y es tan cabezota que al final terminaremos discutiendo. Me acuesto boca bajo y él empieza a acariciar mi espalda por encima de la camiseta. Cierro los ojos y dejo que su mano se pasee como quiera mientras yo me vuelvo a dormir.

...

Cuando suena el despertador, que por cierto no es el mío es el de Justin,  abro los ojos y la luz está encendida porque Patri se está poniendo los zapatos, Susana se está comiendo una una napolitana de chocolate mientras ve la tele y Justin sigue dormido como una marmota. Me levanto con cuidado y le doy los buenos días a las chicas mientras me meto en el baño a vestirme. Me doy prisa porque me he despertado media hora mas tarde, se me olvidó poner ayer la alarma, menos mal que ha sonado la de Justin porque seguro que las chicas no me despertaban... Salgo del baño y me fijo en Justin que sigue durmiendo como si nada y me hace sonreír. Voy hacia él y le zarandeo hasta que consigo que se despierte, me mira sonriendo.

-Buenos días-dice.

-¿No vas a ir a clase?-pregunto

-Me duele mucho el costado-se pone serio.

-Vale, nos vemos luego cielo-digo besándole fugazmente.

-Que tengas un buen día princesa-dice siguiéndome con la mirada mientras me marcho.

-Igualmente, te quiero-digo cerrando la puerta.

Me marcho con mis amigas a clase, la verdad es que Justin me ha dejado preocupada porque añoche ya casi no se podía mover y ahora menos así que... Pero como es tan cabezota el tonto pues no quiere ir al médico y yo no le puedo obligar. Me siento en mi sitio y miro su sitio vacío, no me puedo creer que esté en mi habitación y ya le esté echando de menos... Su sitio está vacío por poco tiempo porque Jason, el chico majo que nos ayudó a llevar a Justin al coche, se sienta.

-¿Cómo está Justin?-me pregunta.

-Regular...

-¿Y eso?

-Le duele mucho el costado pero no quiere ir al médico, así que no sé que voy a hacer...

-Tranquila, seguro que si le sigue doliendo irá, es muy cabezota al principio, pero al final se acaba rindiendo-sice sonriendo.

-Eso espero-sonrío también y de pronto una buena idea viene a mi cabeza.-Oye Jason...

-¿Si?

-¿Tienes novia?-hablo más bajito.

-Em... No, ¿por qué?

-¿A ti no te gusta mi amiga Susana?

-No lo sé, no la conozco...

-Es la que está sentada detrás de mí.

La mira descaradamente y yo me río y le doy un golpe en el hombro.

-Disimula un poco hombre.

-Es guapa-dice con timidez.

-Si, mira este viernes pásate por mi habitación a las diez y ponte mono que es una cita.

-¿Contigo?-pregunta extrañado.

Pongo los ojos en blanco y él ríe.

-Estás espeso hoy eh... ¿Cómo va a ser conmigo? Va a ser con Susana.

-Ah bueno... Me parece bien-sonríe

Perfecto. Tengo al chico perfecto para ella, Jason es buena persona y es muy mono, yo veo una pareja aquí eh... Me río yo sola y la cita de mi amiga me mira extrañado, yo solo miro hacia delante y sigo pensando en lo guay que sería que se hicieran novios. Eh pues ha sido fácil, yola prometí un novio y aquí tendrá un novio... o por lo menos una cita.

Pasa la mañana y es la hora de comer, subo a mi habitación para ver como está Justin y le encuentro igual que le he dejado esta mañana, le miro sonriendo pero él no tiene el mismo gesto y ahora mismo si que estoy preocupada por él.

-¿No te has movido de ahí cariño?-le pregunto ayudándole a incorporarse.

-No...

-¿Por qué?

-Porque no me apetecía...

-Es porque te duele, a mí no me engañes.

Apoya su cabeza contra el cabecero de la cama y cierra los ojos, aspira profundamente. Cojo mi móvil y medispongo a llamar a un taxi.

-¿A quien llamas?-pregunta.

-A un taxi, nos vamos al médico-digo seria.

Se queja pero yo no le hago caso y llamo, en diez minutos el taxi está en la puerta y Justin y yo estabmos bajando las escaleras, bueno casi le estoy llevando yo. Le ayudo a montar en el taxi y me montoa su lado. El hospital está cerca pero lo suficientemente lejos para que me de tiempo a pensar en muchas cosas y él es la principal porque la verdad es que no quiero que le pase nada pero según está seguro que es grave, aunque espero que no.

...

Una enfermera sale con Justin en una silla de ruedas, él se está riendo, lo que es una buena señal pero ¿por qué va en silla de ruedas? Me acerco corriendo y le abrazo.

-¿Qué te ha pasado?-pregunto en seguida.

-Tranquila, solo me he roto una costilla.

-Joder, te dije que teníamos que venir Justin-le regaño, suelta una carcajada.

-Siento estropear el momento pero me estás haciendo un poco de daño.

Le dejo de abrazar y me disculpo, él me dedica una tierna sonrisa y me hace agacharme para darme un beso. Se levanta la camiseta y me enseña la benda que le han puesto cubriendo un trozo de su cuerpo. Le acaricio la mejilla y sonríe. Volvemos a montar en un taxi para volver a la universidad y regresamos a mi habitación.

-Solo tengo que llevarlo quince días, pero me han dicho que no debo hacer esfuerzos...-dice mirándome.

-¿Y que hay de malo?-digo sin entender.

-Que no podremos hacer el amor...

Suelto una carcajada mientras mis mejillas arden, este chico tiene unas cosas...

-Guarri, siempre estás pensando en lo mismo-digo sentándome a su lado en la cama.

-Puede-dice sonriendo-pero te encanto.

-Pero me encantas-respondo antes de besar sus labios.