viernes, 31 de agosto de 2012

54.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.

 
 
Me aburro un montón. Cuando Justin se lo propone puede estar bien calladito, parece que la película le interesa un montón, pero sinceramente a mí me parece una mierda. Escucho la tele de fondo pero estoy mirándole a él, me sé el perfil izquierdo de su cara de memoria pero sigo mirándole. No sé da cuenta de que le estoy mirando y le doy con un dedo en la nariz y sonríe, me mira. En seguida vuelve su vista a la tele y suspiro. Puede estar dos horas hablando sin descansar, pero no me puede prestar un poco de atención cuando me aburro.
-Justin, me aburro.
-¿Y qué quieres que haga?-ni me mira.
Pues perfecto. Es que me encanta que me ignoren, ¿sabíais?
-Deja de ver la tele un puto minuto y hazme caso-digo firme.
Me mira sorprendido, después estalla en una carcajada.
-Eh, ¿a que viene ese humor?-pregunta mirándome.
-Que me aburro y no me haces caso-digo quejándome.
-Es que estaba viendo la película, mi niña.
Saca una sonrisa tierna y me dan ganas de comerle a besos, es tan mono. Parece que él lo tiene más claro y se lanza a mis labios besándome lento y suave. Juega con un mechón de mi pelo, yo tengo las manos en su pelo y le acaricio despacio. Se separa, pero yo no paro de mover las manos en su pelo.
-Me encanta que hagas eso-dice susurrando con los ojos cerrados-Me siento bien cuando lo haces.
Ahora abre los ojos y sonríe, yo también le regalo una sonrisa.
-A mí me encanta hacerlo, tienes el pelo tan suave…
-Tú pelo es más suave-dice ahora acariciando mi pelo él.
-Si, es el champú, si quieres te lo presto algún día-bromeo
Me da un golpecito en la tripa y reímos.
-Oye, Justin ¿por qué no me enseñas a montar en skate?
-¿Estás hablando en serio?
-Pues claro, no lo voy a decir en broma. Así hacemos algo productivo.
Él no muy convencido abre el armario y saca un skate, quiero aprender en serio. Bajamos las escaleras y vamos andando hacia el parque de los patos. Ahí no suele haber mucha gente y a demás es todo liso. Me acuerdo cuando intenté aprender a montar en patines, fuimos al parque “Lightblue” mi madre estaba ahí, con mi hermana en brazos y mi abuela a su lado… Después de haberlo intentado unas cien veces estaba dispuesta a rendirme pero las vi a ellas tan emocionada que me levanté del banco y comencé a patinar, lo estaba haciendo más o menos bien hasta que escuché que mi hermana me llamaba, acababa de decir mi nombre, mi nombre fue su primera palabra. Me giré a mirarla ilusionada y de pronto: PUM. Me di de lleno con un poste en la cara. Me empezó a sangrar la nariz y mi abuela y mi madre vinieron corriendo, no me sentía mal, solo me dolía un poco la nariz, pero lo más importante de ese día no fue que aprendiera a patinar si no que mi pequeñaja había dicho su primera palabra: Kelly. Que recuerdos… Sacudo mi cabeza para ahuyentarlos. Justin me mira y arruga el entrecejo.
-¿En qué piensas?-pregunta con curiosidad.
-Nada, he recordado una cosa nada más-le dedico una sonrisa.
Me da un beso mojado en la frente. Entramos en el parque y caminamos un poquito hasta que Justin se para y deja el skate en el suelo. Me quedo parada sin saber bien qué hacer, ahora me arrepiento de haberle pedido que me enseñara. Tengo miedo de subirme y caerme.
-Ven-dice tirando de mi mano.
Estoy a su lado y me obliga a subirme al skate, está quieto así que estoy estable.
-Venga, es sencillo.
Dicho esto me dice lo que tengo que hacer y yo empiezo a coger impulso con el pie derecho. Piso, empujo y lo subo un segundo. Así varias veces. Justin no me suelta la mano, va corriendo mientras que yo no me atrevo a poner los dos pies sobre la tabla.
-No me sueltes, Justin-digo nerviosa.
-Que no-dice con la respiración agitada por correr.
Y lo hago, pongo los dos pies sobre la tabla y me mantengo unos segundos, pero cuando Justin me suelta no tengo la misma seguridad y me desestabilizo. Me veo de morros contra el suelo. Justin, te voy a matar, no tenías que soltarme, todavía no… Entonces cuando ya lo veo todo perdido y estoy a punto de caerme siento sus manos en mi cintura y me frena impidiendo que me caiga. Suspiro y le abrazo, mis pies no tocan el suelo. Gracias Justin.
-Te salvé princesa-susurra en mi oído.
¿Cómo coño puede ser así? “Te salvé princesa” Muero de amor, ahora es así como una especie de héroe. Mi héroe.
-Eres mi héroe-susurro ahora yo.
Suelta una risita en mi cuello que se cuela por mi cuerpo en forma de escalofrío y hace que se me erice la piel. Me suelta y mis pies vuelven a tocar el suelo, pero sus manos vuelven a mi cintura. Una preciosa sonrisa aparece en su cara y me mira a los ojos.
-No ibas tan mal.
-Pero me soltaste y…
-Casi terminas contra el suelo-termina mi frase.
-Por tu culpa-digo haciéndome la enfadada.
-¡Yo no te he obligado a montar!
-¡Pero te dije que no me soltaras!
-Te solté pero después te cogí…
La verdad que si no fuera por él ahora estaría en el suelo. Así que me rindo, él gana:
-Vale, vale tú tienes la razón.
Suelta una carcajada y siento su cálido aliento en mi cara. Un escalofrío. En menos de dos segundos sus labios chocan contra los míos. Un beso y otro y otro más… Pierdo la cuenta de cuantos van, sólo sé que sus labios chocan contra los míos y nuestras lenguas luchan libremente. Se separa definitivamente y eso no me gusta, quiero seguir besándole. Una niña, sentada en el banco de piedra que hay a mi derecha, nos mira con curiosidad. Justin sin pensárselo dos veces se agacha y queda a su altura.
-Hola-le dice con una sonrisa.
-Hola-responde ella con timidez.
-¿Cómo te llamas?
-Lisa, ¿y  tú?
-Justin. ¿Qué haces aquí solita?
La niña se encoge de hombros. Una mujer se acerca a nosotros y coge a la niña en brazos, mira a Justin con cara de pocos amigos y se lleva a la niña murmurando “Lisa, te he dicho que no hables con desconocidos” Pues digo yo que si no quiere que hable con desconocidos no la deje sola… Justin se levanta y me mira sonriendo. Me encojo de hombros.
-Bueno, ¿quieres intentarlo de nuevo?-pregunta.
-No, no, no-suelto una carcajada.
-Anda, vámonos-dice negando con la cabeza


domingo, 26 de agosto de 2012

53.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.


Se acabó. Estamos volviendo a la universidad dejando este paraíso atrás. Dejando grabados aquí los recuerdos. Cada dulce beso con sabor a sol, cada sonrisa perfecta, cada sonrisa regalada, cada sonrisa inesperada, cada abrazo fuerte, de esos que te dejan sin respiración, cada momento de locura en los que rodábamos por la arena, cada baño de amor que nos dábamos en el mar… Estoy más feliz que nunca. Si señor, después de tres años he encontrado la felicidad en ella, en sus labios, en sus ojos, en sus besos, en sus abrazos. Soy un cabrón afortunado y feliz. La miro a ella y la veo sonriendo mientras mira a su cámara de fotos. Ha hecho fotos a todo, a cada cosa extraña, a cada momento insignificante. Ha congelado este poquito tiempo en sus fotos. En esta carretera no hay ni un alma, somos los únicos que estamos aquí en este instante.

Kelly estira su brazo hasta mi cabeza y coge mis gafas de sol para después ponérselas ella. Sonríe.

-Me las dejas, ¿a qué si?

-Pero si ya las has cogido-digo riendo.

Se encoge de hombros y me mira.

-Es que sabía que me las ibas a dejar.

-Claro, claro…

Sigo conduciendo y llegamos a la ciudad. No estamos en silencio, decimos tonterías y reímos sin parar. Llegamos a un semáforo en rojo y paro. Ella se acerca a mí y junta su mejilla con la mía, susurra un “Sonríe” y eso hago sonrío y ella saca una foto. No se ha quitado mis gafas, pero está muy linda. Verde. Pongo el coche en marcha de nuevo y la miro de reojo un instante, se ha quedado mirando la foto.

-Sales realmente guapo.

Mis labios forman una sonrisa de esas que llegan de improviso,  dejando ver mis dientes.

-Lo sé-bromeo

-Creído.

Se ríe y me da un golpe en el brazo.

-Cuidado, que todavía nos chocamos con algo.

-Estúpido, cuidado tú-dice riendo.

-¿Pero esto que es? Soy guapo, un creído y un estúpido.

-Si, eres guapo, un creído y un estúpido.

-Ah, genial entonces-digo haciéndome el enfadado.

-No te enfades mi niño-dice mirándome y  haciendo un puchero.

-No me enfado, princesa. ¿Quieres un caramelo?

Asiente y abro la guantera sacando dos caramelos de cereza, me como uno y el otro se lo entrego a ella. Se acerca a mi mejilla y me da un beso suave. Después se come el caramelo y dobla el envoltorio muchas veces, todas las veces que se pueda.

Este es uno de esos momentos de cuando eres pequeño y la niña morena de las dos coletas te gusta muchísimo, entonces le regalas un caramelo de cereza y ella con todo su agradecimiento te da un beso en la mejilla y tú te quedas como un tonto mirando a esa niña de las dos coletas que sonríe como una princesita y se come el caramelo de cereza con gusto a tu lado…

-Ya estamos llegando

-Justin, han sido unos de los mejores días de mi vida…

¿Cómo? Perdona, he escuchado perfectamente, pero no me lo creo. No puedo creer que acabe de decir eso… Siento como mi corazón se acelera, ella mira a sus piernas, puedo notar un poco de rubor en sus mejillas. Que mona es. Casi tengo miedo de que ella pueda escuchar mi corazón en este momento. Una sonrisa aparece en mi cara.

-Para mí también, cielo.-respondo sin quitar la vista a la carretera.

Y no miento, nunca me había sentido tan feliz con una mujer que no fuese mi madre… A demás con Kelly es una felicidad diferente. Nadie me dijo que algún día iba a escuchar su voz diciendo que me quería. Quiero tenerla siempre cerca de mí.


~Narra Kelly~

Entro a la habitación con una sonrisa y Patricia en seguida se lanza a mis brazos.

-Pero… pero… ¡Estás más morena!-dice cuando deja de abrazarme.

-Si-sonrío.

-¿Qué tal todo?

-¿Por donde quieres que empiece?

-Da igual, pero cuéntamelo todo.

Y eso hago. Hablo, hablo, hablo y hablo. Ella escucha con atención, sonriendo dulcemente. Le cuento todo: la primera noche, la mañana siguiente, las veces que hemos ido a la playa, lo que hemos comido, las tonterías que hemos hecho… La única parte que no le cuento es en la que Justin me dijo que perdió la virginidad con ella… Y es que tengo ahí una cosa que me dice: Dónde hubo fuego quedan cenizas. Y la verdad es que tengo un poco de miedo de que entre Justin y Patri aún queden cenizas.

-Tía, Justin te ha desflorado…-dice abriendo mucho los ojos.

Y estallamos en una carcajada. Esta chica tiene unas cosas… Llaman a la puerta y voy a abrir, Ryan está plantado frente a la puerta.

-Hola-digo con una sonrisa.

-Hola, pequeña-dice abrazándome.

Pasa y le da un beso en los labios a Patri. Creo que sobro aquí.

-Bueeeeeeno me voy-digo saliendo por la puerta.

-¿Ya?-pregunta Patri que ahora está sentada encima de Ryan.

Asiento y no digo nada más. Me marcho y voy a la habitación de Justin. ¿Qué estará haciendo? Sonrío yo sola como una tonta. Llamo a su puerta. Me abre con una sonrisa.

-Hola, princesa

-Hola, cielo.

Me da un beso mojado sobre los labios y paso a su habitación. Me siento el la mesa de su escritorio y él se pone delante de mí, de pie.

-Te he echado de menos.-susurra-Pero solo un poquito eh.

-Pues yo te he echado mucho de menos-digo rozando mi nariz con la suya.

-Bueno, vale, yo también te he echado mucho de menos-dice con una sonrisa.

-Pues ya estoy aquí bebé-susurro antes de fundirme con él en un beso.

jueves, 23 de agosto de 2012

52.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.

¿Dónde está el micrófono Biebs?
 
 
 
*Kelly tan bonita. Kelly tan adorable. Kelly tan apasionada. Kelly tan sonriente. Kelly tan cariñosa. Kelly tan amable. Kelly tan inocente. Kelly tan perfecta. Kelly tan mía. Voy a buscarla a su habitación y llamo a la puerta. Ella me abre. Está semidesnuda. Me fijo en su cuello rojo y con un chupetón que yo no le he hecho. Me siento muy furioso y la miro enfadado, ella se ríe. Su pintalabios rojo está esparcido alrededor de su boca y yo no a he besado. Unas manos rodean su cintura desde su espalda y una cabeza se apoya en su hombro. No sé quien es él. Lo único que escucho de sus labios es:
-Ya no te quiero
Y siento como si me pegasen una patada en el estómago. Una patada que ella misma me ha dado. Cierra la puerta y...*
Me despierto sobresaltado y miro a mi alrededor, ella no está. El sudor recorre mi frente y mi pecho, hace mucho calor. Estoy llorando, joder. Hacía mucho tiempo que no tenía pesadillas y menos así, parecía muy real. Me levanto y la busco. Está en la terraza sentada con una sonrisa en su cara al verme, me siento a su lado y ella me mira a los ojos.
-¿Has llorado? Pero si estabas durmiendo.-dice sin entender cuando y por qué he llorado.
Hago una mueca extraña. Me siento a su lado.
-He tenido un mal sueño -digo sin más.
Me abraza fuerte. Ella alguna vez cuando hemos dormido juntos ha tenido pesadillas y la he tenido que despertar porque estaba realmente asustado, parecía que estaba sufriendo. La última pesadilla que tuve fue hará un año. Soñé que había un incendio en mi casa y mi madre se estaba quemando, yo estaba allí parado, no me podía mover y la veía sufrir, gritaba y lloraba… Fue mi madre quien me despertó y me consoló. Recuerdo la imagen de Kelly en el sueño. Ella no es así, no me haría nunca eso… ¿O sí?
-¿Qué has soñado?-me pregunta.
Sacudo la cabeza espantando los pensamientos.
-Te vas a reír…-digo no muy convencido, ella niega con la cabeza-Te iba a buscar a tu habitación y estabas con un chico…
Ella hace una mueca y después se echa a reír. No entiendo nada. Levanto una ceja y ella para de reír.
-Justin, cariño, sabes que te quiero-dice abrazándome de nuevo.
-Sí, pero te ríes de mí.
-Que no tonto, es que ese sueño me parece estúpido.
-No puedo controlar mis sueños.
-Pero seguro que has empezado a pensar gilipolleces.
Si bueno, he dudado un poco, es verdad. Pero es que es muy difícil soñar algo así y no pensar que en un futuro puede pasar, porque claro que puede pasar…
-¿Cómo que gilipolleces? ¿Por qué dices eso?
-Porque aquella vez que estábamos en tu casa y yo soñé que me estabas engañando pensé gilipolleces…
Y lo digo, no sé por qué ni cómo he sido capaz y por un momento estoy a punto de arrepentirme, pero no lo hago, lo suelto de golpe y sin reparos:
-Kelly, no me dejes nunca por favor.
Ella vuelve a abrazarme, esta vez más fuerte.
-No lo voy a hacer, Justin-susurra
-¿Me lo juras?
Ella no duda ni un instante.
-Te lo juro.
~Narrador omnisciente~
Justin cierra los ojos dejando que las palabras de Kelly lleguen hasta su corazón. Le acaba de jurar que no va a dejarla nunca y se siente el chico más afortunado de este mundo. La  estrecha entre sus brazos, sonríe aún con los ojos cerrados. Y piensa que es un maldito capullo enamorado. Hace poco no quería saber nada ni de amor ni de relaciones, pero llegó ella y lo revolucionó todo, cambió los esquemas y ahora él desearía haberla conocido antes. Kelly, su novia. Se está volviendo loco. ¿Cómo es posible que sienta cosquillas en el estómago cada vez que la ve? ¿Cómo es posible que sonría cada vez que ella no hace? ¿Cómo tiene la capacidad de hacer que me olvide de todo y que parezca que solo existimos ella y yo? No hay respuestas para esas preguntas, es algo simplemente mágico y punto.
~Narra Justin~
Deja de abrazarme, pero yo la cojo y la siento sobre mi regazo, quedando así muy pegados. Su brazo pasa por mis hombros y el mío por su espalda.
-Has dormido como tres horas-dice riendo.
-Tenía sueño, ¿qué pasa? ¿Tú nunca te echas la siesta? –digo defendiéndome.
-Si, pero no duermo tres horas, Justin.
Suelto una risita y me encojo de hombros.
-Dormilón-susurra antes de unir nuestros labios.
Nuestras lenguas juegan libremente, creando esa magia que hace que suelten pequeñas descargas eléctricas y que me encanta. Nos damos besos dulces y lentos, otros divertidos y rápidos. Sus labios tienen algo…, algo así como adictivo. Y me encantan, me encanta besarlos todo el tiempo.  Al fin consigo separarme y nos miramos a los ojos con una sonrisa.
-¿Por qué me encantas tanto?-pregunta.
Me encojo de hombros  y la miro tiernamente. No sé que responderla, eso me lo tendría que  responder ella porque yo no estoy en su cabecita para averiguarlo. Me siento como un tonto, en serio. Si Ryan me viese ahora haría cien chistes sobre mi cara.
-¿Y tú por qué eres tan linda?
-No soy tan linda.
-Cierto, eres hermosísima-respondo besando de nuevo sus labios.
Se separa lentamente y acaricia mi pelo suavemente y se me ponen los pelos de punta. Sentir sus manos en mi pelo es placer, me encanta. Miro sus ojos con ese verde oscuro tan bonito, se encojen porque está sonriendo. Me doy cuenta de que yo también estoy sonriendo, lo hago sin pensar, no me doy ni cuenta pero he empezado a sonreír. La beso apasionadamente y sus manos se cuelan dentro de mi camiseta, suspiro. Baja a mi cuello y se entretiene jugando ahí con su lengua. Mi móvil suena de pronto y me asusto. Me cago en todo lo que se menea.
-Joder, debería haberlo apagado-murmuro intentando sacarlo de mi bolsillo.
Kelly se levanta un poco y coge mi teléfono, me lo da.
-Responde, no me importa.
Cojo el teléfono y miro la pantalla. Veo la foto de mi madre sonriendo con su nombre debajo. Descuelgo.
-Hola sexy-le digo divertido.
-Justin, no me llames así, te lo he dicho un millón de veces-suelto una carcajada y la hago reír también.-¿Qué tal estás?
-Muy bien, mamá. ¿Y tú?
-Bien, hijo. ¿Qué hacías?-pregunta con curiosidad.
Mi madre tan cotilla como siempre. Sonrío y miro a Kelly, sentada sobre mí, que me mira atenta.
-Estaba con Kelly.
A mi madre nunca la miento y creo que si lo hiciese me descubriría porque me da la sensación de que lo sabe todo.
-Ah, si molesto te puedo llamar más tarde-dice indecisa. Ella nunca quiere molestar, pero no lo hace, no me molesta, la echo mucho de menos y me alegra hablar con ella.
-No, tranquila.-digo para que no cuelgue.
Escuchar su voz me hace sentir de algún modo más cerca de ella.
-Me ha llamado tu padre-dice un tanto triste.
-¿Ocurre algo?-digo preocupado.
-Denisse se ha marchado de casa, le ha dejado solo con los niños y él tiene que trabajar… Me ha pedido que me quede con los niños porque la niñera se ha marchado, dice que Denisse la trataba mal-dice directa.
Estoy sorprendido. Denisse se ha marchado… Joder, eso es genial. Por otra parte no me extraña que la niñera se marchase, si la trataba como a mí y a Kelly…
-¿Y tú que le has dicho?-digo con curiosidad.
-¿Qué le iba a decir Justin? Pues que sí.-dice como si fuera obvio
-¿Y ahora viven contigo?
-Si.
Estoy contento. Mis hermanos están viviendo con mi madre, en mi casa. Estaré con ellos siempre… Espero que Denisse no vuelva.
-¿Sigues ahí, Justin?-pregunta mi madre.
-Si, si. Es que no me lo puedo creer.
-¿No estás contento?-pregunta confusa.
-¿Cómo no voy a estar contento? Estoy más que contento mamá.
Ella suelta una carcajada y seguimos hablando de tonterías y cosas sin sentido, después nos despedimos y Kelly espera que le cuente algo.
-Denisse se ha marchado, mis hermanos están viviendo en casa de mi madre-le digo sonriendo.
-Eso es genial-dice contenta por mí.
Me abraza y su cabeza está apoyada en mi hombro.
-Tu cuello es muy apetecible-susurra antes de besar mi cuello.
-Eso me acaba de poner mucho-confieso.
 Me separo y la beso de nuevo. Se deja besar y no solo besar porque mi mano vaga por su espalda. Traviesa, se cuela dentro de su camiseta y ella suspira sobre mi boca. La acaricio suavemente y terminamos sobre el sofá terminando lo que antes habíamos empezado.


lunes, 20 de agosto de 2012

51.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón

Caminamos a la casa de la mano, Kelly lleva el vestido y mi camiseta en la mano, el sol nos acompaña todo el tiempo. Tengo arena de la cabeza a los pies, igual que ella que se sacude el pelo sin ningún resultado. Entramos y me tiro al sofá, donde ella deja el vestido y la camiseta y se marcha.
-¿Dónde vas?-la pregunto.
-A ducharme-responde sin más.
-¿Quieres que vaya contigo, cariño?-le pregunto divertido.
Escucho como suelta una carcajada. Se asoma a la puerta del baño, nos miramos fijamente. Puedo notar un poco de rubor en sus mejillas.
-Justin, cielo, nos hemos duchado juntos esta mañana.
-Kelly, podría estar todo el día haciéndote el amor-digo mirándola seguro.
-Guarro!-cierra la puerta de golpe y yo me río a carcajadas.
-Si, si, pero te encantaría.
-Te he oído-grita desde el baño.
Suelto una risita y sacudo la cabeza. Enciendo la tele y busco algo interesante, pero es inútil porque no hay nada. La apago y miro a la nada, solo se escucha el ruido de la ducha, la verdad es que a mí si que me encantaría estar con ella en la ducha ahora mismo... El ruido se para y al poco tiempo sale ella con una toalla alrededor de su cuerpo, tapando lo justo. Debería de haber traído toallas más largas, casi puedo ver su trasero, joder. Unos minutos más tarde sale de la habitación, se ha vestido con unos vaqueros y una camiseta amarilla. Se ha peinado con una trenza cayéndole por el hombro derecho ¿cómo coño la sienta todo tan bien?
Se sienta a mi lado y me mira.
-¿Tú no te duchas?
-Si, ahora mismo.
La doy un beso rápido sobre los labios y me meto en el baño. Me desnudo y veo en el suelo la sábana de la cama que Kelly ha dejado ahí esta mañana, eso me hace sonreír. Me meto en la ducha y el agua empieza a caer por mi cuerpo, cierro los ojos y me empiezo a enjabonar, me aclaro. Salgo de la ducha y me enredo una toalla a la cintura, con otra me seco el pelo y después salgo a la habitación. Me visto y voy de nuevo con Kelly.
-Ya estoy listo-le digo con una sonrisa.
-Y muy guapo-me besa los labios.
-Tú más-digo sincero.
-Oye Justin, tengo hambre.
-Pues vamos a comer-me levanto y la ofrezco mi mano, se levanta y la acepta.
Cojo la cartera, el móvil, las llaves y salimos de la casa. Caminamos de la mano rumbo al chiringuito que hay a diez minutos de aquí. Llegamos y nos sentamos en una de las mesas, no es difícil encontrar una porque solo hay unos chicos sentados. No es verano, por eso no hay casi gente porque hay una playa enorme cerca de aquí que se llena hasta los topes. Un camarero llega y nos pregunta lo que queremos tomar.
-¿Qué quieres comer?-pregunto mirándola.
Mira interesada a la carta. Sonríe y me mira cuando ha elegido.
-Ummm... Espaguetis a la carbonara por favor, ¿y tú?
-Lo mismo y un filete con salsa de cebolla.
-¿Que deseáis de beber?-pregunta el camarero.
Le miro y me fijo en él, tiene la voz aguda y no pega con su cuerpo porque está demasiado cachas, lo que viene a ser un chuloplaya.
Respondo sin preguntar a Kelly porque sé que siempre bebe agua para comer.
-Una jarra de agua fría.
El camarero se marcha y yo me quedo mirando a Kelly que mira a yo que sé donde... Es preciosa, no, lo siguiente. Creo que desde que la he conocido me he vuelto majara...
-Oye Justin-dice de pronto.
-¿Qué?-pregunto con curiosidad.
-¿Tú con quien perdiste la virginidad?
Esa pregunta me pilla desprevenido, ¿para qué quiere saber eso? Bueno, creo que es justo, yo sé con quien la ha perdido ella, más bien porque ha sido conmigo, pero ella no sabe con quien la he perdido yo.
-Con Patricia-respondo sin más.
-¿Patri?-dice sorprendida.
Asiento.
-No puede ser.
-Si, la perdí con ella, hace unos años-digo seguro
-¿Fuisteis novios? Me habías dicho que no habías salido con nadie-responde.
Creo que está decepcionada, pero está totalmente equivocada porque nosotros no salimos.
-No, no es nada de lo que te imaginas, cielo.
-Bueno, pues quiero saber como fue esa primera vez-dice segura.
-Patri y yo éramos buenos amigos, sentíamos curiosidad y lo hicimos. Ella ni si quiera me gustaba y fue un desastre porque ella se reía todo el rato pero se puso a llorar en cuanto empezamos, yo no sabía ni como moverme, pero al final seguimos y bueno se puede decir que aprendimos porque yo empecé a moverme más o menos bien y ella también colaboraba. Pero no volvimos a hacerlo, primero porque después de eso nos distanciamos un poco y yo empecé a salir de fiesta y a acostarme con chicas y ella empezó a salir con un chico del barrio...
Se lo cuento todo, me siento bien contándoselo a Kelly, ella me inspira confianza y no me juzga y eso me tranquiliza y me gusta.
-¿Y no os volvisteis a acostar?-pregunta con curiosidad.
La comida llega y empezamos a comer, pero yo respondo a su pregunta:
-Si, no hace mucho... Este verano, antes de entrar a la universidad. Su madre y mi madre son amigas y esa noche su abuela se puso mala y su madre la dejó en mi casa. Salimos de botellón y bebimos mucho, yo estaba por la labor, no me importaba que fuera Patri y ella cuando bebe pues... Bueno, el caso es que acabamos en la cama.
Abre mucho los ojos, pero después seguimos comiendo con normalidad. ¿He hecho mal en contárselo? Tenía derecho a saberlo. Además ha preguntado ella... Espero que no se haya enfadado, pero yo tampoco puedo cambiar el pasado, me he acostado dos veces con su amiga pero no había amor ni había nada.
-¿Te ha molestado?-le pregunto con un poco de miedo de su respuesta.
-No, no, tranquilo. He sido yo quien quería saber y sigo queriendo saber más-dice antes de beber agua.
-Pues yo te cuento todo lo que quieras, linda-respondo con una sonrisa.
Me da un beso en los labios, después terminamos de comer y pedimos postre.

...

Caminamos de vuelta a la casa, hablamos animadamente. Yo hablo sobre mí, ella me escucha interesada y hace preguntas que yo respondo sin problemas. Ella se ríe sobre algunas cosas que le cuento y me cuenta ella, a veces, cosas suyas relacionadas con lo que le estoy diciendo. No he parado de sonreír en todo el día y me siento genial. Bueno... eso de sentirme genial creo que tiene que ver más con estar a su lado.

viernes, 17 de agosto de 2012

50.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón


Salimos de la ducha, ella se queda secándose en el baño, yo en cambio me seco en un momento y me visto rápido.
-Espérame aquí, no bajes-le digo antes de salir de la habitación.
Ella sonriendo me pregunta por qué pero no respondo, simplemente voy a la cocina y empiezo a preparar el desayuno. Ella impaciente me pregunta que estoy haciendo, yo solo la digo que espere y me la imagino poniendo gesto de fastidio. Sonrío. Lo pongo todo en una bandeja y lo llevo con cuidado. Está sentada en la cama esperando, se ha puesto un vestido blanco y su pelo está mojado todavía.
-Justin-susurra sorprendida.
-Buenos días princesa-digo dejando el desayuno a su lado con una sonrisa.
-Gracias-dice antes de levantarse y darme un beso-No hacía falta...
Sus ojos se inundan pero su sonrisa no se borra.
-No llores-susurro antes de abrazarla, pero no para de llorar.-Eh cariño, no llores.
-Justin, es que nadie me había tratado nunca tan bien, pensaba que los chicos como tú no existían. Eres maravilloso, a tu lado todo es diferente y tengo miedo de que algún día no pueda ser tan feliz como lo soy ahora contigo-dice abrazándome más fuerte.
-Te quiero Kelly.-susurro-No tengas miedo.
No quiero perderla, es lo mejor que tengo, es mía, mi niña, mi amor, mi princesa... Ella es la que me ha enseñado a querer, a querer de verdad, la que me ha enseñado a ilusionarme, la que me ha enseñado a soñar despierto...
Dejo de abrazarla y la doy un beso mojado sobre los labios
-Bueno, ¿desayunamos?-digo sonriendo.
Asiente y nos sentamos en la cama, desayunamos hablando de tonterías, pero cualquiera de esas tonterías me hace sonreír, ella también sonríe todo el rato. Me gusta ver su sonrisa, siempre, todos los días, sea la hora que sea, pero me encanta verla. Cuando ella sonríe se activa un mecanismo mágico y automático dentro de mí y entonces sonrío yo también cada vez que ella lo hace. Me encanta que sus mejillas parezcan mas gorditas y se sonroje. Me encanta ver sus ojos verdes brillar porque parecen más bonitos de lo que ya son. Pero lo que más me gusta de todo es hacerla sonreír, siempre lo consigo y me siento bien por eso, es una sensación maravillosa saber que la he echo sonreír e incluso me parece imposible que yo la haya echo sonreír, pero si, lo hago, a cada instante, cada vez que hablo con ella, cada vez que la beso, cada vez que la abrazo... La hago sonreír siempre.
-¿En que piensas?-pregunta.
-En nada-digo mirándola.
-Venga, tenías cara de tonto-dice riendo
Ah, guay, o sea que cuando pienso en ella pongo cara de tonto. Joder, pues entonces debo de tener cara de tonto todo el día... Ay Bieber... ¿Quién me iba a decir a mí que acabaría tan enamorado de ella? ¿Enamorado? ¿Acabo de pensar que estoy enamorado? Bueno, vale, reconozco que estoy enamorado de ella...
-Justin-llama mi atención, es verdad no la he respondido, ¿a que tenía que responderla? Me he quedado en blanco-Si es por lo de que tenías cara de tonto, tranquilo que era una broma.
Y estalla en una carcajada. Me empiezo a reír yo también como un auténtico imbécil porque no sé de qué me río. Cuando paro de reírme me quedo mirándola, después ella también me mira a mí con una sonrisa.
-Oye, ¿por qué no vamos a la playa?-pregunta
-Vale
Me llevo la bandeja a la cocina y lo dejo ahí sin preocuparme. Ella en seguida viene a mi encuentro, no se ha cambiado de ropa, pero ahora lleva un biquini de rayas debajo del vestido que se le transparenta. Yo voy corriendo a cambiarme los pantalones por un bañador. Listo. La cojo de la mano y salimos. Caminamos despacio por la arena, su pelo se mezcla con el aire caliente y se mueve libre.
-Este sitio es muy bonito, ¿cómo lo conocías?-pregunta mirándome.
-La casa es de mi padre, he venido solo una vez pero le he pedido las llaves para traerte porque sabía que te gustaría.
Sonríe y se para en seco para después darme un abrazo, yo la abrazo más fuerte y sus pies se levantan del suelo. Me separo y me quito la camiseta, ella se queda mirándome.
-¿Quieres un cubo?-pregunto divertido.
-Estúpido-me da un golpe flojito en el hombro.
-No, si es por ti que casi se te cae la baba-digo riendo.
-Justin-se queja y viene directa a pegarme pero salgo a correr y ella viene a por mí.-Ahora no corras, verás cuando te coja.
Grita riendo detrás de mí, yo me río a carcajadas. Me paro y me la cargo en el hombro como un saco de patatas.
-¿Qué haces? ¿Estás loco?-me pega golpes en la espalda.
Voy hacia el agua y me voy metiendo en el agua, está helada pero me da igual.
-No, no, no, Justin, por favor-me pide y me agarra fuerte.
Su pelo ya toca el agua.
-Se me está subiendo la sangre a la cabeza-dice riendo-lo digo en serio.
Normal, está boca abajo...
-Tranquila si te suelto en seguida...
-Pero si no te he echo nada, has sido tú el que ha dicho lo del cubo.
Me río.
-Tápate la nariz, preciosa-le digo antes de soltarla en el agua.
Sale y chapotea en el agua.
-¿Eres idiota?-se hace la enfadada pero la conozco lo suficiente como para saber que tiene ganas de reírse.
Viene hacia mí y me intenta dar pero la agarro las muñecas y no las puede mover.
-¿Te has despertado con ganas de pegarme o qué?-le digo alzando las cejas.
-Es que me pones de los nervios-dice mirándome a los ojos.
-Pero si no te he echo nada-digo riendo.
-Mentiroso... Has empezado con lo del cubo para las babas, que por un lado no sé a que viene porque tu cuerpo no es para tanto y luego me tiras al agua... ¿Qué va a ser lo siguiente?
La acerco a mí y beso su cuello un par de veces, deja de hacer fuerza con las muñecas y la suelto, llevo mis manos a su cintura y sigo besando su cuello, ella lleva sus brazos a mi cuello y se cuelga a mí. Suspira. Me separo de golpe.
-¿Has visto? Si te mueres por mí, gatita...
-Eres tonto, sabes que me encantas, era una broma.
-Lo sé-susurro.
Hoy va a ser un día perfecto, estoy seguro...
Y de repente la beso. Un beso totalmente libre. Ella se deja besar y en viento intenta pasar entre nuestros labios, nuestra sonrisa, nuestras mejillas, entre nuestro pelo... Pero nada, no lo consigue, no pasa. Nada nos separa. Sólo oigo pequeñas olas que se rompen debajo de nosotros, la respiración del mar, que hace eco en nuestras respiraciones, que saben a sal... Y también saben a ella.

miércoles, 15 de agosto de 2012

49.No me mires con los ojos, hazlo conel corazón.

~Narra Justin~

Unos días más tarde...
Abro la puerta del coche a mi chica para que entre y yo lo rodeo para entrar también. Ahora la pido a ella que se ponga un pañuelo que llevaba él en el bolsillo en los ojos y eso hace. Muevo mis manos por delante de sus ojos para comprobar que no ve nada, y así es, no ve absolutamente nada. Pongo el coche en marcha rumbo hacia la sorpresa.
-¿Donde vamos Justin?-pregunta ella con curiosidad
Me hace gracia, porque verla hablando con el pañuelo en los ojos es algo que no tiene precio.
-Es una sorpresa princesa, cuando lleguemos lo verás-digo mirando a la carretera con una sonrisa
-Joooooo-se queja
Suelto una carcajada, me mira, pero deja de hacerlo en seguida porque no me ve. Sigo conduciendo hasta que llegamos a nuestro destino, en todo el trayecto no hemos hablado, tan solo tarareábamos las canciones que sonaban en la radio. Me bajo del coche y la puedo escuchar decir: "Justin, no me dejes sola aquí que tengo miedo". Me río al escuchar su comentario, voy hacia su puerta y la abro, ella se asusta.
-Tranquila, soy yo-digo
Extiende los brazos buscando algo en el aire, hasta que me encuentra y me agarra de la chaqueta.
-Cuidado, ahora te voy a coger-la informo de mi próxima acción
Ella asiente y se deja coger, la llevo en brazos hasta que empiezo a pisar la arena y la dejo de pie, a mi lado.
-Te voy a quitar los zapatos-digo antes de agacharme.
Me agacho y ella levanta el pie derecho primero, se la quito, después lo mismo con la otra. Me levanto con las manoletinas en la mano.
-Arena-susurra
Me pongo detrás de ella y le quito el pañuelo. Parpadea un par de veces para acostumbrarse a la luz.
-Es precioso-vuelve a susurrar cuando ya lo ve todo
Me mira.
-Gracias-dice con una sonrisa.
-No me des las gracias, bebé-susurro antes de besarla.
Pongo mis manos en su cintura y ella juega con mi pelo mientras me besa, me separo con una sonrisa y ella me mira, tiene los ojos brillantes, también sonríe.
Es una mini playa, no llega a ser una playa pero es precioso, el agua es transparente y la arena es fina y blanca. No es que haga calor para bañarse, pero ver el paisaje merece la pena. Lo mejor de todo es la compañía, eso está claro.
Meto nuestros zapatos en el coche y caminamos por la orilla de la mano, el agua de vez en cuando llega a nuestros pies, está congelada pero es agradable sentirla mientras caminas. Kelly se para en seco.
-¿Qué pasa?-pregunto
-Mira-señala a la arena.
Miro donde señala y veo unas cuantas tortugas caminar hacia el agua, me agacho y cojo una con cuidado, se la enseño a Kelly que mira con una sonrisa. La toca, la tortuga se esconde y yo suelto una carcajada. Vuelvo a ponerla en el suelo y dejo que camine con las demás. Seguimos paseando, esta vez mi brazo pasa por los hombros de Kelly y el suyo por mi espalda, su cabeza cae sobre mi hombro y miramos al frente.
Llegamos a nuestro destino, la casa. Vamos a pasar aquí el fin de semana, osea lo que queda hoy de noche, el sábado y casi todo el domingo. Ella me mira alucinada.
-Puedes pasar, ahora es nuestra-saco las llaves del bolsillo.
Coge las llaves y sale corriendo a la casa, abre y se mete dentro, suelto una carcajada.
-Joder, esto es una pasada, corre ven-me llama desde la puerta.
Voy hacia ella y recorremos la casa juntos, yo ya he venido, pero me hace ilusión lo contenta que está ella.
-¿Tienes hambre?-pregunto
Asiente.
Vamos a la cocina y abro la nevera, saco lo que he preparado esta tarde y lo pongo a calentar, ella se queda en el salón, inspeccionando cada rincón. Pongo la cena en dos platos y los pongo sobre la mesa, abro el vino y saco dos copas, lo sirvo. Kelly se da cuenta de que estoy poniendo la mesa y viene.
-¿Te ayudo?-pregunta
-No, tú siéntate-digo rotundamente
Ella me hace caso y se sienta, me espera y me siento en frente suya. Levanto la copa.
-Vamos a hacer un brindis-propongo
-¿Por qué?-pregunta
-Por nosotros-digo
-Porque cada día a tu lado es mejor que el anterior-continúa ella.
Brindamos y bebemos un sorbo de vino. Comemos entre sonrisas, miradas, carcajadas, frases graciosas y palabras bonitas. Metemos los platos en la pila y Kelly me abraza por la cintura cuando estoy metiendo los vasos en la pila también. Me giro y la doy un beso fugaz en los labios.
-Gracias Justin, esto es maravilloso-dice sonriendo.
-Tú si que eres maravillosa mi niña...
Dicho esto ella me coge del cuello y me obliga a bajar la cabeza para besarla, pero en realidad no lo siento como una obligación, si no como un regalo, un regalo por haberle echo la sorpresa. La agarro de la barbilla y ella abre la boca para dejar paso a mi lengua con la que le recorro todos y cada uno de los rincones de su dulce boca. Aumento la velocidad así como a su vez la temperatura del beso y cada vez la beso con más y más ganas. Tengo ganas de seguir con esto, de hacerle el amor lentamente en cada rincón de esta casa, de contemplar su cuerpo desnudo durante horas y horas, de que los dos caigamos rendidos sobre la cama después de calmar el deseo, que me abrace y más tarde observar como duerme. Mis manos levantan su camiseta y más tarde termino quitándosela, ella no pone resistencia, ni creo que lo haga. La cojo y la subo a la encimera, me coloco entre sus piernas y sigo besándola, esta vez un poco más calmado. La verdad es que mirándolo así para mí también es la primera vez que hago el amor, nunca me he acostado con una mujer a la que realmente quiero, he tenido sexo con muchas mujeres, pero nunca me había enamorado de nadie... Quiero a Kelly, la quiero muchísimo y voy a hacer que esta noche sea bonita. Mi camiseta ha desaparecido, ahora estamos en las mismas condiciones, los dos sin camiseta. Las manos de Kelly juegan con mi pelo y eso me gusta porque me ayuda a tranquilizarme porque realmente estoy nervioso y tengo miedo de cagarla. Bajo a su cuello y lo beso, lo chupo, lo muerdo e incluso dejo alguna marca. Ella me regala suspiros. La cojo en brazos y me meto en la habitación, la única que hay. Hay una cama de matrimonio con pétalos esparcidos por encima, hay un sofá y también una mesilla de noche. Dejo a Kelly con delicadeza sobre la cama y me coloco encima de ella, me mira como asustada.
-¿Estás bien bebé?-le pregunto mirándola a los ojos
Asiente.
-¿Estás nerviosa?-la pregunto
-Muchísimo-sonríe
-Tranquila, todo va a ir bien-digo dulcemente.
Vuelvo a besarla despacio, ella acaricia mi espalda, yo acaricio su tripa, vuelvo a bajar a su cuello. Ella hace fuerza y se coloca encima mía, sonrío, me besa. Mis manos recorren ahora mejor su cuerpo, su espalda, sus caderas, su trasero... Besa mi cuello y yo respiro fuerte, ahora baja por mi pecho y creo que voy a perder el sentido. Sentir su cálida boca recorrer mi cuerpo es el puto paraíso. Sus manos pasan por mi pecho, más tarde por mi estómago y ahora están intentando desabrochar mi cinturón, cuando lo consigue me desabrocha la cremallera y baja mis pantalones. Ahora hago fuerza yo y me siento, haciendo que ella quede sentada sobre mí. Nos desnudamos con caricias, exploramos nuestros cuerpos, disfrutamos cada segundo. Nuestras manos curiosas tocan, nuestros labios calientes besan, nuestras miradas dulces tranquilizan y nuestros corazones acelerados laten sin parar. Dos finas telas es lo único que impide que todavía seamos dos y no uno. Vuelvo a hacer que se tumbe y le quito las braguitas, ella inmediatamente se lleva la mano a ese sitio que acabo de dejar al descubierto, sus mejillas se tiñen de rojo y una sonrisa sale en mi cara, tiene vergüenza. Se nota que esta noche no está borracha, la última y primera vez que la desnudé fue en año nuevo y ella llevaba bastantes copas de más. Pero prefiero que sea así, me gusta ese punto de inocencia que tiene y lo vergonzosa que es. la beso de nuevo y vuelvo a juntar nuestros cuerpos, llevo mi mano debajo de su tripa, a ese punto que solo he conseguido ver yo, y aparto su mano, ella deja que lo haga. Me separo y la miro un instante a los ojos.
-Eres perfecta-susurro.
Sus manos vagan por mi cuerpo explorando, seguramente nunca haya tocado a nadie como lo está haciendo esta noche conmigo y yo seguramente no haya tratado a nadie con tanto amor como lo estoy haciendo con ella. Esta vez es ella la que se separa.
-Te quiero mucho Justin-dice mirándome fijamente a los ojos.
-Y yo Kelly... Te quiero muchísimo.
Sus manos van a mis boxers y me mira como pidiendo permiso, asiento y los baja. Mira por un momento ahí abajo, parece sorprendida, suelto una carcajada.
-¿De qué te ríes?-dice, parece molesta.
-Eh, no te enfades-digo acariciando su pelo.
-No te rías-susurra.
Esboza una sonrisa y yo se la devuelvo. Vuelvo a besarla y voy bajando por su cuello, su hombro y más tarde sus pechos, acaricio su cuerpo y ella gime. Estiro la mano y abro el cajón, saco uno de los preservativos que unas horas antes he dejado, rompo el papel con los dientes y me lo pongo, ella me observa.
-Relájate mi niña-susurro sobre sus labios.
Ahora está más nerviosa, me mira fijamente a los ojos, yo acaricio su mejilla. Entrelazo nuestros dedos y resbalo delicadamente sobre ella , una lágrima cae por su mejilla tras un gemido, pero creo que de dolor. Recojo la lágrima con mis labios y la miro, ella sigue con los ojos cerrados.
-¿Te duele?-pregunto sin moverme.
Asiente.
-Tranquila, princesa-susurro antes de besarla.
Me muevo, noto como se relaja un poco, pero sigue apretando los ojos.
-¿Quieres que pare?-la pregunto
Se supone que debería disfrutar no llorar y me estoy sintiendo mal por hacerla daño. La primera vez siempre es dolorosa, no se puede evitar. Abre los ojos.
-No, tranquilo-susurra.
Esboza una sonrisa y continúo. Minutos después me regala gemidos inocentes y dulces, yo también gimo sobre su boca. No puedo creerlo, parece un sueño, la tengo aquí debajo, estoy dentro de ella, tan preciosa, tan perfecta, tan mía...
Un rato más tarde...
Me quito de encima de ella y me tumbo a su lado, en seguida me abraza y yo la acojo entre mis brazos.
-Hola-susurro mirándola.
-Hola-dice ella sonriente, susurrando también.
-¿Cómo estás?
Le acaricio el pelo suavemente.
-Perfectamente-me mira-¿Y tú?
-Genial.
Sonrío. Me siento bien, muy bien. Me alegra tenerla abrazada.
-Gracias-dice ahora mirando a la nada.
-Gracias a ti.
-¿A mí?-dice sorprendida. Asiento.-¿Por qué?
-Me has echo sentir muy bien-digo sincero. La verdad es que jamás me había sentido tan bien.
-Tú a mí también.
Suspiro. cierro los ojos, sintiendo como su perfume penetra en mí, y me relajo. Me voy perdiendo en el mundo de los sueños, aunque ahora prefiero la realidad, y me quedo dormido sintiendo su mano acariciar mi pecho.
...
Me despierto y la miro, boca abajo con la sábana cubriéndola desde el final de su espalda. Está totalmente desnuda, igual que yo. Una sonrisa aparece en mi cara al recordar el motivo por el que estamos desnudos... Sigo mirándola sin cansarme. Miro sus curvas, su pelo alborotado esparcido, su mano debajo de la almohada, sus labios entreabiertos. Acaricio suavemente su espalda y ella hace un ruidito adorable. Me levanto y me pongo los boxers, después voy al baño. Cuando vuelvo está despierta. Me mira y me siento a su lado.
-Buenos días mi niña-digo dulcemente.
-Buenos días-responde sonriente.
Agarra la sábana y se tapa bien para que no la vea nada que no deba. Suelto una carcajada ante ese acto.
-No te rías, no quiero que me mires-dice escondiéndose entre las sábanas.
Llevo un buen rato haciéndolo, diría, pero me lo callo y en cambio digo:
-Me gusta mirarte.
Se destapa un poco y me mira sonriendo.
-¿Hay ducha?-pregunta.
-Claro, ven-le ofrezco mi mano.
Ella se enrosca bien en la sábana y se levanta, toma mi mano y la dirijo hacia la ducha.
-¿Necesitas algo?-pregunto.
Asiente.
-¿El qué?
No responde y se acerca a mí, me besa dulcemente y lleva sus manos a mi pelo haciendo que la toalla se resbale. La agarro de la cintura y seguimos besándonos. Cuando se separa no puedo evitar fijar mi vista en sus pechos, descubiertos porque la sábana solo tapa desde dónde están mis manos. Sonrojada coje la sábana y se tapa, me río.
-Tengo una ídea-digo mirándola.
-¿Cuál?
-¿Por qué no nos duchamos juntos?
Se ríe y me agarra de la mano, decidida. La sábana desaparece y ella ya se ha metido en la ducha. Me quito los boxers y me meto junto a ella. Wow, no me esperaba esta reacción... Entre tanto me encuentro apoyado a la pared, la ducha está abierta, los dos estamos ya mojados y ella me besa desesperadamente, mis manos ya han entrado a la acción y acarician su cuerpo, las suyas tampoco están quietas. Poco a poco me despego de la pared y saco medio cuerpo fuera de la ducha, goteo en el suelo, pero no me importa. Abro el armario y saco un preservativo. Ella me mira con una ceja levantada mientras me lo pongo.
-¿Qué pasa, hay condones por toda la casa?-pregunta divertida.
-Si, en la habitación, en el baño, en el salón e incluso en la cocina, llevo más en la mochila y uno en la cartera. Nunca se sabe-me abalanzo a su cuello.
Ella se ríe.
La cojo en peso y entro dentro de ella. Esta vez lo hacemos con más seguridad, con más firmeza, con más pasión... Ella tiene menos vergüenza.
Y entre tanto el agua sigue cayendo sobre nosotros, siendo testigo de nuestros besos, de nuestras caricias, de nuestros movimientos, de nuestro calor, y por supuesto... Siendo testigo de nuestro amor.

lunes, 13 de agosto de 2012

48.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón


Me despierto como todas las mañanas, con ese asqueroso ruidito... Ojalá me despertase la voz de Justin... Me levanto y me ducho rápidamente, después me visto y espero a Patri y Susana. Hoy no tengo ganas de ir a clase pero ya no puedo faltar más. Además, si falto Justin me mataría... Yo le regañé por eso y después lo hago, no, eso estaría mal. Bajamos a desayunar y busco con la mirada a Justin pero no lo encuentro. Trato de mirar no muy desesperadamente pero las chicas se dan cuenta.
-¿A quien buscas tan desesperadamente?-dice mi amiga peliroja
Oh bien, no sé disimular.
-¿A quien va a ser?-dice la morena sonriendo-A Justin
Bingo.
-Si, ¿qué pasa?-pregunto con el ceño fruncido.
-Nada, nada-dicen al unisono para después juntarnos las tres en una carcajada.
-No te preocupes, mujer. Luego le ves en clase-dice Susana.
-Si, tiene razón-dice Patri.
Si claro, tiene razón... Suspiro y juego con los cereales que quedan flotando en la leche, se me ha quitado el hambre de repente. Más tarde vamos a clase después de pasar por las taquillas y sigo sin ver a Justin por ningún sitio. ¿Donde narices se ha metido? Entramos en clase, toca economía, bueno habrá que aguantarse. Justin sigue sin aparecer, ni si quiera ha entrado en el último momento como le pasa muchas veces porque se queda dormido. La profe empieza a parlotear igual que siempre, yo cojo algunos apuntes, pero no me entero bien ni de lo que dice ni de lo que escribo. El timbre suena y recojo los libros rápidamente, salgo de clase y subo las escaleras hasta llegar a su puerta. Llamo. "Un momento" se escucha detrás de ésta. ¿Un momento para qué? ¿Que está haciendo? ¿Por qué tarda tanto? ¿Le pasa algo? ¿Está con alguien? Vale, esa última pregunta es estúpida. Pasan unos minutos y abre la puerta. Está sin camiseta, algo despeinado y tiene mala cara.
-Hola-susurra esbozando una sonrisa.
-Hola-digo yo en el mismo tono.
-¿Qué haces aquí?-pregunta
-¿Y tú?-digo yo sin responder a su anterior pregunta.
-Yo he preguntado primero-dice
-Lo sé-suelto una risita-Es que como no has venido a clase estaba un poco preocupada...
-Pasa, no te quedes ahí-dice guiándome con su mano en mi espalda
No estoy muy segura de hacerle la pregunta, no quiero agobiarle, pero... Allá voy:
-¿Por qué no has ido a clase?
-No me encontraba muy bien-dice sentándose en el sofá.
Me siento a su lado.
Me gustaría preguntarle ¿Y por qué has tardado tanto en abrir? pero no digo nada porque él sale corriendo hacia el baño y puedo escuchar como le entran arcadas y unos segundos más tarde vomita... Hago una mueca extraña, bueno más bien pongo cara de asco. Pobrecito mi niño... Escucho el grifo y después vuelve a mi lado.
-Siento haberte echo esperar antes cielo, pero...-no lo dejo continuar.
-Tranquilo-le dedico una sonrisa.
-Llevo así desde anoche, no he dormido porque no pasan diez minutos cuando estoy de nuevo en el baño, me encuentro fatal.
Se nota que está cansado. Hace una mueca y yo le abrazo con cariño.
-Así mucho mejor-susurra.
Suelto una risita y él me abraza más fuerte. Unos minutos después vuelve a ir al lavabo y vuelve con peor cara que antes. Bajo a la cafetería, cojo una manzanilla y vuelvo a subir con él. Ya debe de haber empezado la siguiente clase. Le doy el vaso y bebe un poco, casi nada.
-No me gusta-dice.
Me encojo de hombros.
-Te hará bien, cariño. Cuando era más pequeña y me ponía mala de la tripa, mi madre me daba una y me sentaba bien.

~Unos años atrás~
Era una noche lluviosa y mi madre acababa de volver de trabajar. Esa tarde yo había comido algo que me había sentado mal, no paraba de vomitar y me sentía realmente mal. Mi madre con dulzura me metió en la cama después de tomarme la fiebre y ver que tenía unas décimas. Me dejó sola un momento y volvió con un vaso humeante que tenía dentro una bolsita que hacía teñirse el agua. Lo probé y no me gustó nada, pero mi madre me obligó a bebermelo todo. Al final después de media hora me lo acabé y pareció que se me pasó un poco el mal cuerpo. Claro, porque eso no era milagroso.

Justin me saca de mis pensamientos dándome un golpecito en el brazo para que le mire.
-Ya me lo he bebido-dice orgulloso con una sonrisa.
Le regalo otrasonrisa, es tan dulce...
-¡Genial!-Le doy un aplauso, él suelta una carcajada.
-¿No vas a ir a clase?-me pregunta.
-No, me quedo contigo-digo mirándole.
-Gracias-susurra.
Niego con la cabeza y le doy un sonoro beso en la mejilla.
-¿Por qué no intentas dormirte un poco?-le propongo
No dice nada pero acepta mi propuesta porque se tumba con la cabeza sobre mis piernas. Acaricio su pelo mientras él va cerrando los ojos y va durmiéndose. El pobre está agotado. Lleva un rato sin vomitar, eso es bueno y ahora que se va a dormir estará un rato tranquilo por lo menos.

viernes, 10 de agosto de 2012

47.No me mires con los ojos, hazlo conel corazón

Uno de mis enemigos: el despertador. Hoy está dispuesto a joderme y por eso no deja de sonar. Me levanto de la cama sin ninguna gana y me meto al baño a ducharme, por un momento mientras el agua recorre mi cuerpo tengo la sensación de que me voy a dormir. Pero se queda solo en eso, en la sensación, porque cuando salgo estoy bien despierta. Me pongo el uniforme, hoy estoy contenta, no sé por qué... Llaman a la puerta y abro con una sonrisa.
-Buenos días-dice mi chico alegre.
Me acerco y le doy un beso mojado sobre los labios.
-Justin, ¿qué haces aquí?-digo sorprendida y a la vez contenta.
-Quería desayunar con la chica más guapa de la universidad-dice sonriendo.
-Pues Patricia ya se ha ido y Susana está vistiéndose, así que tendrás que esperar-bromeo
Se ríe.
-Tonta... Bueno, ¿entonces que dices?-pregunta
-Vamos-digo, cojo la llave y me marcho con Justin de la mano.
Desayunamos juntos en la cafetería y después nos dirigimos a clase.
Hoy las clases van mucho mejor, hablar con Justin es mejor que ignorarlo sin ninguna duda. Cuando acaban las clases vamos a comer juntos y después nos despedimos en el pasillo con un cálido beso, sin saber cuantas horas pasaremos sin vernos. Hoy hay muchos deberes y no tengo ganas de hacerlos, mañana no creo que me pregunten pero acabo haciendo algunos... Mi teléfono suena, impidiendo que siga haciendo problemas de matemáticas, lo que resulta un alivio... Lo cojo rápido al leer «Mamá» en la pantalla.
-¿Kelly?-pregunta al otro lado de la linea con su cálida y dulce voz.
-Mamá!-exclamo contenta.
Suelta una carcajada.
-¿Qué tal mi vida?-pregunta
-Genial... ¿Y tú?
-Yo bien, como siempre-me la imagino sonriendo.
La echo tanto de menos... Me alegro de que haya encontrado un hueco para poder llamarme, porque me hacía falta hablar con ella.
-¿Y Jessie?-pregunto por mi hermana.
-Bueno...-dice no muy segura.
-¿Ha pasado algo?-pregunto
-Cariño... Tu abuela está enferma y he encontrado una casa a buen precio cerca suya y a tu hermana no le ha sentado nada bien ninguna de las dos cosas...-puedo escuchar sus sollozos.
-¿Es grave?-pregunto preocupada.
-No, no te preocupes Kelly.
Cuando mi madre dice que no es grave es porque no quiere preocuparme. Cuando mi padre venía más borracho que de costumbre a casa unos días antes de suicidarse, ella me decía que no era grave, que no me preocupara y en unos días...
-Mamá, ¿qué pasa?-pregunto más preocupada aún
-No te exaltes pero, tu abuela es alcohólica desde hace varios meses...-dice su madre intentando parecer firme, pero su voz se acaba rompiendo y las últimas cuatro palabras suenan casi como un susurro, no contesto, no sé que decir-Kelly, ¿sigues ahí?
-Si...-susurro
-Cielo, me tengo que ir... Te llamo mañana te quiero-se despide
-Adiós mamá, yo también-digo intentando que no se note que estoy apunto de llorar.
Cuelgo el teléfono y empiezo a sollozar...
No puede estar pasando esto, otra vez no. Mi padre poco a poco se fue consumiendo con el alcohol hasta que al final no lo pudo soportar y se quitó la vida, pensando que así todo sería más fácil. Pero dejó a su mujer viuda, a sus hijas sin padre y a su madre sin hijo... Mi abuela es fuerte, no sé por que ha caído en ese juego que solo da problemas... Los sollozos no paran de salir de mi pecho, tiro los libros de matemáticas al suelo y empiezo a dar golpes a la mesa hasta que me hago daño. Después me dejo caer sobre la pared y voy resbalando, bajando poco a poco hasta que me quedo sentada, con los brazos alrededor de las rodillas y llorando como una niña desconsolada...

~Unos años atrás~
Un golpe suena en el suelo, un dolor inmenso y después nada, todo se vuelve negro y se acaba para siempre, ese corazón ya no volverá a latir...
Cuando Kelly y su madre vuelven a casa no se percatan de nada, pero hay algo extraño y lo saben. No hay gritos, no hay cervezas por ahí, no hay nadie que esté enfadado, pero no se pueden umaginar que no lo volverá a haver nunca más.
-Mamá, voy a jugar al jardín con Jessie-dice la pequeña Kelly cogiendo en brazos a su hermana que todavía es un bebé.
-Vale, pero no estéis mucho rato que hace mucho calor-le ordena su madre mirándola con una sonrisa en la cara.
-Si mami-dice ella marchándose.
No le da tiempo a salir al jardín cuando se pone a gritar como no lo ha echo nunca, con miedo, con tristeza, con rabia... Ve el cuerpo sin vida de su padre y el charco de sangre que él mismo ha formado. Su madre acude a ella, con lágrimas en los ojos la manda a su habitación con su hermana, ella llorando también le hace caso a su madre y se va a su cuarto. Abraza al bebé que no entiende nada de lo que sucede, pero ahora mismo no tiene a nadie más a quien abrazar así que se conforma con eso... Su madre preparando las cajas para la mudanza, unos días después del incidente, encuentra una carta dirigida hacia ella en la que pone los motivos de por qué su marido ha decidido acabar con su vida. La principal razón: el alcohol.


Mi compañera peliroja de habitación interrumpe Mis pensamientos, he empezado a llorar más y me duele mucho la cabeza.
-¿Por qué lloras Kelly?-pregunta Susana preocupada.
Niego con la cabeza, pero ella me abraza fuerte y yo me abandono y lloro sobre su hombro. No se lo cuento, no porque no quiera, sino porque no me salen las palabras... Un rato después Susana se tiene que marchar, pero Justin llega en seguida y se sienta a mi lado, me sienta en su regazo y me abraza contra él.
-¿Qué ha pasado bebé?-pregunta dulcemente.
No respondo.
-Venga, sabes que pase lo que pase puedes confiar en mí-susurra.
Asiento.
-Mi abuela-susurro y cojo fuerzas-es alcohólica... Mi padre se suicidó por ese problema...
Justin me abraza más fuerte, mi llanto no cesa pero yo me siento mejor con sus brazos rodeándome.
-Mi madre se ha mudado a su lado para cuidarla-añado
-Tranquila-susurra.
Me separa de él y pasa su mano por debajo de mis ojos quitando las lágrimas, después se acerca y me da un beso en la mejilla.
-Tengo miedo-digo mirándole a los ojos.
-Kelly, escucha, no le va a pasar nada malo a tu abuela, la van a ayudar y dentro de poco estará bien-dice serio.
Las lágrimas vuelven a aflorar de mis ojos y él acaricia mi mejilla.
-Yo fui la primera en verlo, estaba tirado en el jardín lleno de sangre, se había tirado desde la terraza. No me podía creer que ese fuera mi padre, pero lo era. Fue el peor día de mi vida-me sincero-Todavía tengo pesadillas con eso muchas veces y cuando me despierto lloro y me siento muy sola...
Me recuesta sobre su pecho y acaricia mi pelo.
-Lo siento-susurra.
-No, no tienes por qué sentirlo-niego con la cabeza.
-Sabes que estoy aquí para ti, siempre que quieras, si necesitas que venga por la noche vendré o si quieres puedes ir a mi habitación-dice mirándome
-Gracias-digo con una pequeña sonrisa.
-No llores más, por favor-me pide.
-No puedo parar-digo negando con la cabeza.
-Ven-dice separándome de su pecho.
Me coge la cara entre sus manos y se acerca para después besarme dulcemente en los labios, cierro los ojos y me dejo llevar por el beso. Se separo y me seca las últimas lágrimas que han caído por mis mejillas, he dejado de llorar. Esboza una sonrisa, para después volver a besarme.

miércoles, 8 de agosto de 2012

46.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón


“Pi” Un mensaje, lo miro rápido, ¿será Justin? No, es Eva, jo, tengo ganas de hablar con él. Abro el WhatsApp.
-Hello!
+Hey
-Que tal?
+Genial y tú?
-Muy bien, aunque si no es por Patri no me entero de nada
+Por? De que no te enteras?
-No se bonita, cuando pensabas contarme que estás con Justin?
+No sé :S
-Bah da igual jaja, y que tal con él?
+Muy bien jiji :D
-Me alegro! Oye y ya habéis...
+Que?
-Que si ya habéis follado
Se nota que ella no estuvo aquel día en clase porque si no sabría que soy virgen.
+Ala... bruta, pues no...
Me ahorro lo que hicimos aquella noche porque me da vergüenza...
-El sexo es algo fundamental en una pareja
+Que quieres decir?
-Vas a dejar a Justin a pan y agua siempre?
+No, pero no sé...
-Piensatelo, no vas a encontrar a alguien mejor, él te sabe esperar, pero sabes que los chicos tienen sus necesidades...
+Ya... Pero y si no le gusto?
-Tú eres tonta?
+Pues creo que un poco
-No te preocupes en que todo sea perfecto, porque cuanto más lo hagas peor saldrán las cosas...
+Pero yo no sé...
-No te preocupes que Justin ya sabe por los dos
+Ya...
Es verdad, habrá estado con mil tias y yo no sé... Tiene razón, Justin es un chico y tendrá sus necesidades, no creo que quiera estar siempre besito por aquí besito por allá... Querrá pues eso... Bueno en realidad no lo sé, pero si tiene que ser estoy segura de que quiero que sea con él...
-Bueno bonita, me voy. No te rayes, pero piensa en lo que te he dicho. Te quieroooo
+Adios cielo, te quiero!
Que pesaditos están todos, coño, si soy virgen es my problema, no lo voy a ser toda la vida, pero hasta que no sea el momento adecuado no voy a hacer el amor... Aunque creo que ya estoy segura de que he encontrado la persona adecuada. Quiero hacerlo con Justin...
Llaman a la puerta, me levanto y abro.
-¿Has vuelto a olvidar la llave?-le pregunto a Patri que está entrando a la habitación.
Se ríe.
-Lo siento-dice.
-Bah, da igual-le dedico una sonrisa.
Las cosas pasan por algo. Si estás en el parque con tu chico y se pone a llover a lo mejor es porque le tienes que besar bajo la lluvia. Si estás escuchando una canción y de repente pasa a la siguiente a lo mejor es que ya has escuchado bastante esa canción. Si el ascensor está estropeado a lo mejor es porque tenías que hacer un poco de ejercicio. O que si Patri se olvida la llave a lo mejor es porque era yo la que tenía que moverme ahora.
-¿Has hablado con Justin?-me pregunta
Sonrío al escuchar su nombre.
-Esta mañana...
Ella se ríe.
-Que poco te dura el enfado-dice
Me encojo de hombros.
-Me dejó unos cuantos mensajes ayer y me ha defendido en clase esta mañana...
-¿Ah si? ¿Qué ha pasado?-dice extrañada
Se lo cuento.
-Así que en realidad os habéis defendido mutuamente...-analiza la situación.
Asiento.
-Y me vas a enseñar esos mensajes ¿O te tengo que rogar?-dice riendo.
-Tonta-río también.
Le enseño los cuatro mensajes que me mandó ayer y ella sonríe.
-El último es puro amor...-dice dulcemente
-Si, Justin es más mono-digo sonriendo como una tonta.

...

Brittany, nuestra compañera de habitación recoge sus cosas y se marcha, ha pedido un cambio porque su mejor amiga está mal por un chico. Unos minutos más tarde Susana, la chica pelirroja de mi clase entra en nuestra habitación.
-¿Qué haces aquí?-pregunto.
-Es mi nueva habitación, una tal Brittany ha pedido un cambio y la han cambiado por mí-explica.
Oh, bien, menos mal que ha sido Susana porque por lo menos nos llevamos bien, pero llega a ser una gilipollas y la que pide el cambio soy yo.
-Ah, pues bienvenida-digo.
-Bienvenida-dice Patri.
-Gracias-dice ella con una sonrisa.
Patri se mete en el baño a ducharse y nos quedamos Susana y yo solas. Ella se instala y después se pone a leer en silencio mirando con una sonrisa a su libro. Me acerco a su cama y me mira, señalo la cama y asiente, me sinto a su lado.
-¿Qué lees?-pregunto.
-Tres metros sobre el cielo-responde
Oh, pues parece que le está gustando la historia de amor entre Babi y Hache, cuando lea el final se va a desilusionar, a mí me pasó y me puse a llorar, si sé que soy un poco tonta, pero lloré un montón.
-Sé lo que estás pensando-dice sin mirarme.
-¿Ah si? ¿El qué?-pregunto con curiosidad
-Que el final es insatisfactorio, Babi y Hache acaban mal, es la cuarta vez que me lo leo-dice mirándome.
-Oh, yo también hago eso, Los juegos del hambre me los he leído tres veces, En llamas otras tres y Sinsajo solo dos, pero seguro que lo vuelvo a leer-sonrío.
-Así que te gusta esa saga...-dice pensativa-el chico, Peeta, es un amor.
-Si, me gusta muchísimo más que Edward Cullen-añado.
-Es un vampiro encantador, pero Josh, el chico que hace de Peeta en la peli, está para mojar pan-dice riendo.
-Tienes razón, es un bombón-reímos juntas.
Patri sale de la ducha, lleva un pijama de verano, la verdad que con la calefacción hace mucho calor. Se sienta en su cama y nos mira.
-¿Vemos una peli?-pregunta.
-¿Cual?-pregunto.
Se encoge de hombros, Susana abre su mochila y saca un CD, se lo da a Patri que lo pone en el ordenador.

....
No se como se llama la peli pero trata sobre una familia que tiene un perro y el perro se tira toda la vida con ellos, pero al final como es muy viejo se muere...
La peli termina y, ¿como termino yo? Si, llorando. Llaman a la puerta y voy a abrir, Justin me mira y después me abraza.
-¿Por qué lloras?-pregunta.
-Una peli-responde Patri.
-Se ha muerto el perrito-dice Susana que ya ha dejado de llorar.
Justin se ríe.
-Cielo, solo es una peli, ese perro no murió de verdad-dice en tono convincente
-¿Y qué? Algún día se morirá de verdad-me quejo.
-Venga tonta, no llores más-dice
Me separo y me seco las lágrimas, después me da un beso fugaz en los labios y le hago pasar a la habitación. Nos sentamos en la cama y pongo mis piernas encima de la suyas, él acaricia mi pierna al descubierto porque llevo pantalones cortos.
-¿Queréis que os dejemos solos?-pregunta Patri.
La miro mal.
-Oye, no me mires así, es que se respira tanto amor en el ambiente...-se ríe.
Justin saca una pequeña sonrisa y yo acaricio su mejilla.
-Pues ale, yo me voy a ver a Ryan-dice Patri cuando se levanta de la cama.
-Patri, vas en pijama-dice Susana
Me río.
-Da igual si voy aquí al lado, a quien no le guste que no mire-dice despreocupada.
Sale de la habitación. Me encanta como es Patri porque no le importa nada, ella es feliz así y mirarla, si quiere ir en pijama por ahí va en pijama por ahí...
-Está loca-dice Susana negando con la cabeza.
-Dímelo a mí-suelto una carcajada.
-Bueno, me voy chicos que llevo una semana que tengo hambre durante todo el día-dice Susana.
Se marcha ella también.
-Al final nos han dejado solos-susurra Justin.
Asiento con una sonrisa. Se acerca a mis labios y me besa, me besa con pasión y yo me dejo llevar por sus besos. Acabo sentada encima de él con cada pierna a un lado de su cuerpo. Ahora yo llevo el control. Le beso con mas ímpetu. Estoy bien segura de lo que voy a hacer, esta vez nada puede salir mal. Soy preciosa, no me tengo que avergonzar de mi cuerpo, él es el indicado y hoy vamos a hacer el amor. Poco a poco cuelo mis manos por dentro de su camiseta y le acaricio, él respira fuerte. Bajo a su cuello y voy dejando alguna marca que otra, él gime. Me deshago de su camiseta y sigo besándole. Noto algo duro debajo de mí, por un momento me asusta, pero en seguida comprendo que significa que Justin está excitado. Sus manos ahora se posan sobre mi culo, pero las quita de pronto y se separa.
-¿Qué pasa?-pregunto sin entender por qué se ha parado.
-Kelly, no es el momento. Tiene que ser especial para ti, no en tu habitación de la universidad y sin preservativos-dice lo más dulce que puede.
Ams, bueno, si él lo dice... Joder, ahora que me había atrevido a dar el paso... Estoy avergonzada.
-Lo siento-susurro.
Me abrazo a él, acaricia mi pelo con su mano izquierda, la otra la deja en mi espalda.
-No me pidas perdón princesa. Tengo unas ganas enormes de hacerte el amor, pero déjame que lo haga especial, no aquí...-susurra también.
No sé a que se refiere con «Déjame que lo haga especial» pero no le doy mucha importancia. Sé que él también se ha quedado con el calentón, solo hay que mirar hacia la cremallera de sus pantalones... Nos quedamos así abrazados. Me separo un poco de él porque realmente me da apuro sentir su... cosa. Él me mira extrañado y yo dirijo mi mirada hacia ahí, estoy roja como un tomate, Justin también se sonroja un poco.
-Lo siento-hace una mueca.
Niego con la cabeza. En realidad él no tiene la culpa, no lo puede evitar...
-Será mejor que me vaya-dice quitándome de encima suyo, poniéndose la camiseta y levantándose.
-No, no te vayas... Por favor-le miro
Se vuelve a sentar y me mira.
-Entonces necesito que me abraces-susurra.
Me abraza y pone la cabeza en mi pecho, le estrecho entre mis brazos.
-Siempre me haces sentir bien-dice con los ojos cerrados.
Esbozo una pequeña sonrisa.
-Eres todo lo que necesito para ser feliz-añade.
-Estoy aquí, no me voy a ir nunca, Justin y si algún día me voy será contigo-aseguro.
Ahora que conozco bien a Justin sé que él también es inseguro. He descubierto su lado tierno, aunque él no pierde sus cositas de chico malo que me encantan.