lunes, 12 de noviembre de 2012

68.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.



Los días pasan y Justin sigue ahí metido, voy casi todos los días sola pero algunos días me tengo que traer a Jessie porque mi abuela se va. Ya se le puede visitar a todas horas así que muchas tardes Pattie y yo venimos juntas y nos quedamos hasta que cena. El padre de Justin está de vacaciones así que se queda con los niños en casa casi todos los días ya que aunque esté de vacaciones sigue trabajando. Las cosas en mi casa no van del todo bien ya que últimamente discuto mucho con mi madre y no me gusta nada porque siempre termino llorando o me voy al hospital con Justin que parece ser el único que me entiende últimamente. Le queda poquito tiempo en el hospital o eso nos han dicho pero yo no me fío mucho así que todavía no me hago a la idea. Veo a Patri casi todos los días ya que viene a ver a Ryan y Ryan no vive muy lejos de aquí así que se pasa por mi casa. Hoy vamos juntas al hospital con Ryan y Susana, seguro que Justin se alegra de verlos ya que su amigo no puede ir porque está trabajando, Patri está estudiando prácticamente todos los días y Susana no vive cerca.

-Hola-decimos los tres al unísono al entrar en la habitación.

-Hola-saluda Justin sonriente.

-¿Qué tal bro?-Ryan y él chocan las manos.

-Bueno, tampoco estoy tan mal... ¿Y tú?

-Tenía ganas de verte pero no así-sueltan una carcajada-¿Cuándo sales de aquí?

-Me han dicho que la semana que viene, así que espero que sea cierto porque no aguanto más aquí-se queja.

-No me extraña, esto es deprimente-él asiente y después nos mira a nosotras.

-¿No me pensáis saludar?-pregunta divertido.

Las chicas se acercan y le dan un beso en la mejilla, en cambio yo me acerco y le abrazo con cariño para después darle un beso fugaz en los labios.

-¿Solo eso?-susurra solo para mí.

Asiento tímidamente, él sabe que me da vergüenza besarle delante de ellos y se ríe con complicidad. Ahora los tres hablan entre ellos y no nos prestan atención así que me siento en la cama y le beso suavemente, él levanta un poco mi camiseta con la mano en la que no tiene la vía y me acaricia despacio sin ninguna doble intención.

-Tengo tantas ganas de salir de aquí...-me mira a los ojos.

-Solo unos días más, ya verás como se te pasa rápido-intento animarle un poco.

-Quiero ver a mis hermanos-dice, puedo notar la tristeza en su voz.

Le doy un pequeño beso y él levanta un poco las comisuras de sus labios, se ve adorable todo despeinado y con esa sonrisa tan perfecta.

-Echo de menos dormir contigo-admite.

-Te aseguro que no más que yo-paso mi mano por su pelo.

-A partir de ahora dormiré siempre contigo-dice alegre.

-¿Y cómo lo vas a hacer? Mi madre no te dejará quedarte-sonrío tontamente.

-Sabes que tengo un gran poder de convicción-asegura.

-No con mi madre.

-Pues te vienes tú a mi casa, a mi madre no la importará porque la encantas-sé que lo dice con orgullo.

-A mi madre también la encantas pero no quiere que duermas conmigo, es muy sobreprotectora-digo la verdad.

-Pero si yo te cuido muy bien.

Más de lo que me merezco...

-Lo sé cariño, lo sé...

-Oye, ¿nos estáis ignorando?-dice la pelirroja.

-Solo un poquito-dice Justin riendo.

-¿Sabéis a qué me recuerda esto?-dice Patri cambiando de tema.

-¿A qué?-pregunto con curiosidad.

-A que tengo hambre-responde antes de empezar a reír a carcajadas.

-Más tonta y no naces-digo negando con la cabeza.

-Oye!-se queja-Lo digo en serio, vamos a por algo de comer.

-Venga vamos-dicen Susana y Ryan al unisono.

-Yo me quedo con él-digo.

-¿Queréis algo?-pregunta Susana.

-Yo quiero un sandwich-respondo.

-Yo también-dice Justin.

Los tres se marchan y vuelvo a mirar a Justin quien me mira y después ladea la cabeza sonriente.

-¿Qué piensas?-pregunto.

-En lo guapa que eres.

Mis mejillas toman color y él suelta una risita.

-Te ves adorable cuando te sonrojas-acaricia mi mejilla.

-Tú te ves adorable siempre-admito.

-Kelly, no quiero que te vuelvas a ir-dice serio.

-No me iré...

-Aún llevas mi pulsera-me sujeta la mano y la mira.

-Si-hay silencio pero después sigo hablando-Me hace sentir más cerca de ti de alguna manera...

Comienzo a jugar con mis dedos.

-Te amo-susurra.

-Yo también te amo Jus...

-Jus...-repite.

-¿Qué pasa?-pregunto sonriendo.

-Hacía tiempo que no me llamabas así...

-Sé que te gusta.

-No me gusta-dice serio.

Abro mi boca a modo de sorpresa, siempre me dijo que le gustaba pero a lo mejor ya no... Que decepción.

-Ah bueno-digo simplemente.

-Tonti, si sabes que me encanta-dice con dulzura.

-Podrías haber cambiado de opinión.

-No, me siguen encantado todas esas cosas.

¿Todas esas cosas? ¿Qué cosas? Ohhh, siempre es tan mono...

-¿Y qué cosas te encantan?-pregunto con curiosidad.

-Esas pequeñas cosas tuyas que solo yo puedo ver y no quiero que nadie descubra porque son mis pequeños secretos-dice misteriosamente.

Frunzo el ceño y él sonríe tontamente para después seguir hablando.

-Siempre tomas la leche fría menos cuando le pones colacao. Te gusta mirar la lluvia desde la ventana y siempre la abres para sacar tu mano y que las gotitas rocen tu suave piel. Cuando estás enfadada gritas un montón pero después te pones los cascos con la música a tope y lloras pero te calmas. Cuando te aburres cantas sin ningún motivo la primera canción que viene a tu mente y si te miro te empiezas a reír tu sola porque te sientes avergonzada. No te gusta el té pero el de frutos del bosque es una excepción. Hablas mientras duermes, dices frases sin sentido que me hacen reír y a veces dices mi nombre, eso me gusta infinitamente. A veces sonríes sin darte cuenta y sin ninguna razón y a mí me parece adorable. Juegas con tus dedos cuando estás nerviosa y también te tocas el pelo cuando estás aburrida. Cuando llevas pantalones cortos no puedes dejar de estirarlos hacia abajo pensando que se te verá algo que no debe aunque sabes que te quedan perfectos. Siempre que te bebes un vaso de agua del grifo te dejas un poquito y lo tiras al fregadero...

Temina y mira mi reacción, estoy impresionada. Ni si quiera yo me había dado cuenta de alguna de esas cosas, es increíble... Me acerco ylebeso suavemente mientras escucho el sonido de la puerta y sé que nuestros amigos están mirando pero no voy a dejar esto a medias. Cuando me separo sé que estoy sonrojada y Patri se ríe porque sabe que estoy avergonzada. Los miro y ellos se acercan hasta la cama de Justin y nos entregan un paquetito a cada uno. Justin lo abre casi desesperadamente y se lo come rápido, vaya si que tenía hambre. ¿No está comiendo bien aquí? Puede ser porque no le gusta la comida del hospital, recuerdo que la otra vez le acabé obligando yo a que comiese. Después de terminar mi sandwich me pongo a hablar con Susana quien no le quita la vista al móvil ni un microsegundo.


-¿Qué haces?-pregunto con curiosidad.

-Hablar con Jason.

Ah claro, Jason su novio.

-Que guay-sonríe.

-Oye Kelly-Patri llama mi atención-Tu cumple es el mes que viene ¿verdad?


-Si, ¿por?

-No por saber...-

-Di-insisto.

-¿Vamos a hacer una fiesta?-pregunta Justin.

-¿Vamos? Yo no haré una fiesta.


-Bueno, pues la preparamos nosotros-dice Patri ilusionada.

-Que no quieor una fiesta...-insisto.

-Eso ya lo veremos-dice Ryan.

No quiero hacer una fiesta, siempre pasa algo malo en las fiestas y no quiero que esta vez ocurra. No quiero que se arruine la noche porque alguien se emborrache o porque alguien desagradable venga o algo parecido. A demás luego hay que limpiar y eso es lo que menos me gusta hacer.

-¿Qué piensas?-pregunta Justin.

-Nada-me encojo de hombros.

-¿Vas a venir mañana?

-Claro.

Claro que vendré, siempre lo hago. Cuando yo estuve en el hospital en coma el venía todas las tardes e incluso dormía algunas veces y eso que yo no comía ni hablaba y ni si quiera abría los ojos, simplemente respiraba y seguía viviendo. Justin se aburre a todas horas, cuando no estoy aquí me manda mensajes todo el rato, no me gusta que se aburra por eso vengo pronto y me voy tarde porque él hacía lo mismo y se merece que yo esté a su lado. Le beso dulcemente y cuando me separo susurra un leve "Te amo" a lo que yo le respondo con una sonrisa y dejo que los demás se despidan.

 

viernes, 2 de noviembre de 2012

67. No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.

 

Todo lo bueno se acaba, igual que se termina tu chocolate favorito se termina el amor. Lo malo es cuando se termina para uno y para otro no. Hace medio mes desde que Justin no da señales de vida, no me llama, no me manda mensajes, no me menciona en twitter y ni si quiera se asoma a la terraza. No sé si estoy enfadada con él o simplemente estoy triste porque ya no me presta ni un segundo de su tiempo. ¿Cuándo se ha acabado? ¿Por qué? ¿Cómo? Me siento como una auténtica mierda, sabía que algún día se terminaría pero no estaba preparada para ello, no todavía. ¿Él estará sonriendo? ¿Estará feliz? ¿Ya tendrá a otra? Esa última idea me atormenta y me entristece porque ha encontrado una chica mejor que yo... Tres golpecitos en mi puerta me indican que mi hermana ya se ha despertado, me seco las lágrimas y abro.

-Buenos días princesita-pasa a mi habitación.

-¿Por qué llorabas?

-No he llorado-miento.

-Si has llorado-insiste.

-Son tonterías, no me pasa nada-la intento convencer pero es demasiado lista.

-Sé que es por Justin, te escucho hablar sola cuando estoy pintando.

-No debes hacer eso.

-Bueno y tú no tienes que mentir y lo haces...-suelta de pronto.

-Oye, ¿quién te ha enseñado a hablar así?-la pregunto sorprendida.

-Tata, ¿por qué Justin te hace llorar?

-No lo sé cariño...

No dice nada y se abraza a mí, yo acaricio su pelo y me echo a llorar. Lo bien que me conoce con lo pequeña que es... Llaman al timbre insistentemente, me seco las lágrimas y bajo las escaleras de la mano de mi hermana. Abro y me encuentro con una mujer morena, guapa pero destrozada por alguna razón que no conozco, creo que ha llorado y tiene unas ojeras tremendas.

-¿Te puedo ayudar en algo?-le pregunto.

-¿Eres Kelly?-pregunta mirándome.

Asiento.

-Soy Pattie, la madre de Justin-las lágrimas caen por sus mejillas.

Mi corazón parece pararse y mis ojos se inundan, sé que pasa algo malo y no estoy preparada para saberlo. La mujer cierra los ojos y respira hondo.

-Me ha costado un triunfo saber donde vives y resulta que eras nuestra vecina...

Me quedo callada, no sé que decir.

-Justin... Justin tuvo un accidente la semana pasada-dice como puede.

Y en este instante siento que me voy a morir, que mi corazón se para y me falta la respiración. Y todo eso explota en forma de lágrimas y sin pensarlo un segundo me abrazo a la madre de Justin y lloramos juntas mientras mi hermana nos mira apenada. Soy una estúpida, pensaba que no me quería llamar y resulta que había tenido un accidente. Joder me siento como una mierda, soy gilipollas. Se separa de mí y la invito a pasar. Mi abuela ha ido a casa de mis tíos así que solo estamos Jessie y yo. Me siento en el sillón con la niña en mi regazo y Pattie se sienta a nuestro lado.

-Me ha dicho que quiere que le vayas a ver, sé que estás enfadada con él pero nunca le había visto tan ilusionado y te ama con todo su corazón, de verdad... Tienes que ir por favor.

-Por supuesto que quiero ir, quiero ir cuanto antes. ¿Cuándo puedo ir?-pregunto con impaciencia.

-Pues yo voy ahora, ¿te quieres venir?

-¿Puedo llevarla? Es que mi abuela no está ahora-me refiero a Jessie.

-Claro que si, no te preocupes-me sonríe pero se nota a kilómetros que no tiene ganas de hacerlo.

Subo con la niña arriba y se viste rápidamente con unas mayas rosas que le llegan por las rodillas, una camiseta blanca y unas sandalias. Yo ya estaba vestida, me he duchado después de desayunar y llevo unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta ancha rosa fosforito. Bajo las escaleras lo más rápido que puedo y la niña me sigue más despacio. Salimos de casa y cierro con llave. Sigo a Pattie hasta el coche, el coche de Justin. Monto a Jessie atrás y la pongo el cinturón y cuando entro yo el perfume de Justin se cuela por mi nariz y lágrimas traviesas se escapan de mis ojos. Le echo de menos y quiero saber como está, quiero verle y quiero decirle que no se vuelva a alejar de mí. Llegamos enseguida y entramos en el edificio, Pattie me ha dicho que solo se le puede visitar dos veces al día, una hora cada vez, entrará ella primero y después yo. Subimos en el ascensor y Pattie entra, yo me quedo con Jessie en la sala de espera. Estoy impaciente. Me siento mal, me debería de haber preocupado, dejar mi orgullo a un lado y haberle llamado. Pattie viene a los diez minutos y se queda con mi hermana. Giro el pomo de la puerta despacio y cuando entro no me gusta lo que me encuentro. Justin tiene una vía en la mano y tiene tres bolsas colgadas, tiene una goma en la nariz para poder respirar mejor, tiene moratones y heridas y su mirada está perdida.

-Justin-susurro y las lágrimas vuelven a salir descontroladamente de mis ojos.

-Hola-susurra él.

-¿Estás bien?-me acerco a su cama.

-¿No estás enfadada?-habla bajito, creo que no puede hablar más alto.

-No te preocupes por eso ahora, ¿qué te ha pasado?-le miro a los ojos.

-Estaba conduciendo hacia mi casa y un coche iba en dirección contraria, no iba demasiado atento así que no lo vi y no lo pude esquivar y bueno...

-No me vuelvas a hacer esto... Necesito abrazarte.

Lo digo pero no me muevo, tengo la sensación de que si le abrazo se romperá, tengo miedo de hacerle daño.

-Yo también lo necesito-abre sus brazos.

Le abrazo despacio y él me abraza con la mano en la que no tiene la vía. Me quedaría así todo el día.

-Siento no haberte llamado...-susurra en mi oído.

-No pasa nada-me separo y me seco las lágrimas.

-Gracias por venir-sonríe.

-No me des las gracias Justin-me mira-Menos mal que no te ha pasado nada porque me hubiese dado algo.

-Estoy bien-asegura.

-No parece...

-Bueno, en realidad estoy echo una mierda pero te miro y solo puedo sonreír.

Él tal dulce como siempre...

-¿Me has perdonado?

-¿Cómo no te voy a perdonar Justin? Sabes que no puedo estar enfadada contigo si te tengo cerca.

-Te he echado de menos Kelly-acaricia mi mano.

-Yo también-cierro los ojos y respiro hondo, es duro verle así.

-¿Estás bien?

-Deberías haberme llamado antes.

-Pensaba que estabas enfadada, por eso se lo dije a mi madre...

-Veo que sigues siendo tan tonto como siempre-una sonrisa se escapa de mis labios.

-Vaya gracias-sonríe también-Kelly...¿Tienes ya otro novio?

-¿A qué viene eso?-pregunto extrañada.

-Quiero saberlo.

-Pues claro que si Justin, estoy enamoradísima de él y me voy a ir a vivir a su casa el mes que viene.

-Ah...-mira hacia otro lado.

-Ves como eres tonto... Justin sabes que te quiero a ti, ¿de verdad piensas que saldría con alguien que no fueras tú?

-No, pero a lo mejor podrías haber encontrado a alguien mejor...

-No digas tonterías Justin...

En realidad yo también he pensado que él podría estar con otra, pero no se lo he preguntado. Sería ridículo porque él está aquí en el hospital.

-Pensaba que no volverías ha hablar conmigo. Pensaba que se habría terminado todo y que nunca volvería a besarte, ni a cogerte de la mano, ni a acariciar tu pelo para que te duermas... Pensaba que te vería alguna vez por el barrio, quizá con tu nuevo novio y ni si quiera me saludarías...-confiesa.

-Pero estoy aquí Justin, eso no va a pasar.