jueves, 9 de febrero de 2012

3. No me mires con los ojos, hazlo con el corazón

En el pequeño recreo estuve con Patricia, que resulta que es muy amiga de Susana. La verdad es que las dos están muy locas pero son súper majas. Se me acercó una tipa, Deborah creo que se llama, la verdad he conocido muchas personas en estos dos días pero no como ella, en resumidas palabras, una Barbie que se cree la mejor, sí Deborah es así. En cierta parte se parece a Jessica, sí la chica a la que envidiaba en el insti, solo que Jessica por lo menos era maja y no insultaba. Estoy harta de la gente perfecta, venga hombre todos tenemos defectos,,no hagas creer lo contrario. Suena el timbre y miro mi horario "Lengua castellana y literatura" está escrito en el papel. Cojo los libros y voy hacia... No sé donde. Cuando el pasillo está vacío decido preguntar, me indican y voy hacia la derecha. Llamo a la puerta y abro.
-¿Puedo pasar por favor?-pregunto amablemente
-Si señorita, pero la próxima vez no podrá-me advierte la profesora
Asiento y miro a mi alrededor. Oh no, solo hay un sitio y como os imaginais es al lado de Justin. Resoplo y  me siento a su lado, menos mal que no están las mesas de dos en dos. Al parecer esta profe va a ser nuestra tutora. Manda dos ejercicios y los contesto en una hoja de archivador mientras Justin me mira, me está poniendo nerviosa, pero es lo que pretende así que no le presto atención.
-Fea, ¿me dejas un boli?-me pregunta como esta mañana
-¿No tienes?
-No, por eso te lo pido-obvio
-Pues compratelo-le digo borde
Coge mi estuche y busca, saca uno d
de mis bolis, azul y se pone a escribir. Me quedo flipando y le quito el estuche de mala gana pero se queda con mi boli claro. Termina la clase y me levanto, le quito el boli de las manos y me vuelvo a sentar ya que en mi horario pone "Matamáticas" y no hay que cambiar de clase. Entra el profesor y pone las mesas de dos en dos, maldito... Joder no pensaba que esto iba a ser así, todo el día con el niño este al lado, ni que fuese un imán y el de metal. Después de dar una charla sobre igualdades notables nos pone algunas para que las resolvamos ayudandonos mutuamente. ¡Pues lo llevo claro! El gilipollas este sigue con su móvil, lástima que no le llamen o se le acabe la batería. Se guarda el móvil en el bolsillo del pantalón y me mira, ni que me haya leído el pensamiento
-¿Te queda mucho?-me pregunta mirando el cuaderno
-Si me ayudases me quedaría menos-le reprocho
-Joder, a ver anda-coge el cuaderno y empieza a resolver-¿menos once por cuatro?
- Menos cuarenta y cuatro-respondo
-¿Y esto como se hace?-se lo explico-¿Así?-me enseña el cuaderno y yo asiento
Deja de escribir y me devuelve las cosas con un "te toca" como si fuese un juego, pero vamos no me voy a quejar que por lo menos me ha ayudado. Resuelvo la otra y tiro el boli a la mesa cansada de escribir
-Justin y Kelly salgan a resolver las dos primeras-anuncia Valentín
No se si levantarme, siento que las piernas me van a fallar, no puedo ir ahí delante de todos. Justin se levanta y se agacha a mi altura
-Vamos joder que no pasa nada-¿Es un alago?
Me levanto y le sigo hasta la primera fila donde está la pizarra y Valentín, el profesor nos entrega un tiza. Empiezo escribiendo yo, casi utilizo media pizarra, todo lleno de letras y números. El profe lo revisa y se queda pensando delante de la pizarra
-Perfecto, ustedes corrijan-le dice a nuestros compañeros-ahora usted
Le doy la tiza a Justin y su mano toca la mía, produciéndome como una descarga eléctrica pero agradable, no es una mala sensación y automaticamente me asusto por esa sensación inexplicable. Justin escribe rápido en la pizarra, escribe muy bien para ser zurdo.
-¿Me puedo sentar ya?-le pregunto a Valentín
-No, espere a su compañero
Asiento y espero a que Justin termine de escribir y el profe se queda mirando a la pizarra tal y como lo ha hecho cuando he resuelto yo la igualdad notable
-muy bien, corrijan y siéntense
Me siento y a mi lado Justin
-Muy bien fea-me dice Justin
-Lo sé estúpido-se la devuelvo
-¿No sabes decir gracias?
-Acaso tú si?
-Te odio
-Pues vale, sabes que yo también
-¿Ah si?
-Si
-¿Quien lo dice?
-Yo
-¿y quien eres tú?
-Tu peor pesadilla invécil
-No creo, buenosí, con lo fea que eres asustas
Y todo el buen royo se fué a la mierda. Maldito niño, no sé ni por qué me afecta, es un estúpido. Le podría llamar de todo, lo juro. Es odioso

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