lunes, 13 de agosto de 2012

48.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón


Me despierto como todas las mañanas, con ese asqueroso ruidito... Ojalá me despertase la voz de Justin... Me levanto y me ducho rápidamente, después me visto y espero a Patri y Susana. Hoy no tengo ganas de ir a clase pero ya no puedo faltar más. Además, si falto Justin me mataría... Yo le regañé por eso y después lo hago, no, eso estaría mal. Bajamos a desayunar y busco con la mirada a Justin pero no lo encuentro. Trato de mirar no muy desesperadamente pero las chicas se dan cuenta.
-¿A quien buscas tan desesperadamente?-dice mi amiga peliroja
Oh bien, no sé disimular.
-¿A quien va a ser?-dice la morena sonriendo-A Justin
Bingo.
-Si, ¿qué pasa?-pregunto con el ceño fruncido.
-Nada, nada-dicen al unisono para después juntarnos las tres en una carcajada.
-No te preocupes, mujer. Luego le ves en clase-dice Susana.
-Si, tiene razón-dice Patri.
Si claro, tiene razón... Suspiro y juego con los cereales que quedan flotando en la leche, se me ha quitado el hambre de repente. Más tarde vamos a clase después de pasar por las taquillas y sigo sin ver a Justin por ningún sitio. ¿Donde narices se ha metido? Entramos en clase, toca economía, bueno habrá que aguantarse. Justin sigue sin aparecer, ni si quiera ha entrado en el último momento como le pasa muchas veces porque se queda dormido. La profe empieza a parlotear igual que siempre, yo cojo algunos apuntes, pero no me entero bien ni de lo que dice ni de lo que escribo. El timbre suena y recojo los libros rápidamente, salgo de clase y subo las escaleras hasta llegar a su puerta. Llamo. "Un momento" se escucha detrás de ésta. ¿Un momento para qué? ¿Que está haciendo? ¿Por qué tarda tanto? ¿Le pasa algo? ¿Está con alguien? Vale, esa última pregunta es estúpida. Pasan unos minutos y abre la puerta. Está sin camiseta, algo despeinado y tiene mala cara.
-Hola-susurra esbozando una sonrisa.
-Hola-digo yo en el mismo tono.
-¿Qué haces aquí?-pregunta
-¿Y tú?-digo yo sin responder a su anterior pregunta.
-Yo he preguntado primero-dice
-Lo sé-suelto una risita-Es que como no has venido a clase estaba un poco preocupada...
-Pasa, no te quedes ahí-dice guiándome con su mano en mi espalda
No estoy muy segura de hacerle la pregunta, no quiero agobiarle, pero... Allá voy:
-¿Por qué no has ido a clase?
-No me encontraba muy bien-dice sentándose en el sofá.
Me siento a su lado.
Me gustaría preguntarle ¿Y por qué has tardado tanto en abrir? pero no digo nada porque él sale corriendo hacia el baño y puedo escuchar como le entran arcadas y unos segundos más tarde vomita... Hago una mueca extraña, bueno más bien pongo cara de asco. Pobrecito mi niño... Escucho el grifo y después vuelve a mi lado.
-Siento haberte echo esperar antes cielo, pero...-no lo dejo continuar.
-Tranquilo-le dedico una sonrisa.
-Llevo así desde anoche, no he dormido porque no pasan diez minutos cuando estoy de nuevo en el baño, me encuentro fatal.
Se nota que está cansado. Hace una mueca y yo le abrazo con cariño.
-Así mucho mejor-susurra.
Suelto una risita y él me abraza más fuerte. Unos minutos después vuelve a ir al lavabo y vuelve con peor cara que antes. Bajo a la cafetería, cojo una manzanilla y vuelvo a subir con él. Ya debe de haber empezado la siguiente clase. Le doy el vaso y bebe un poco, casi nada.
-No me gusta-dice.
Me encojo de hombros.
-Te hará bien, cariño. Cuando era más pequeña y me ponía mala de la tripa, mi madre me daba una y me sentaba bien.

~Unos años atrás~
Era una noche lluviosa y mi madre acababa de volver de trabajar. Esa tarde yo había comido algo que me había sentado mal, no paraba de vomitar y me sentía realmente mal. Mi madre con dulzura me metió en la cama después de tomarme la fiebre y ver que tenía unas décimas. Me dejó sola un momento y volvió con un vaso humeante que tenía dentro una bolsita que hacía teñirse el agua. Lo probé y no me gustó nada, pero mi madre me obligó a bebermelo todo. Al final después de media hora me lo acabé y pareció que se me pasó un poco el mal cuerpo. Claro, porque eso no era milagroso.

Justin me saca de mis pensamientos dándome un golpecito en el brazo para que le mire.
-Ya me lo he bebido-dice orgulloso con una sonrisa.
Le regalo otrasonrisa, es tan dulce...
-¡Genial!-Le doy un aplauso, él suelta una carcajada.
-¿No vas a ir a clase?-me pregunta.
-No, me quedo contigo-digo mirándole.
-Gracias-susurra.
Niego con la cabeza y le doy un sonoro beso en la mejilla.
-¿Por qué no intentas dormirte un poco?-le propongo
No dice nada pero acepta mi propuesta porque se tumba con la cabeza sobre mis piernas. Acaricio su pelo mientras él va cerrando los ojos y va durmiéndose. El pobre está agotado. Lleva un rato sin vomitar, eso es bueno y ahora que se va a dormir estará un rato tranquilo por lo menos.

1 comentario:

  1. ¡OMG! hace días que no me paso por aquí y cuando entro y veo que tienes 2 capítulos más ha sido totalmente asdfghjklasdfghjkl
    Pobrecito Justin, malito que estaba.. yo pensaba que le había pasado otra cosa, por eso no había aparecido, pero bueno.. ;P
    Ya subí capitulo, pásate cuando quieras :)
    SIGUIENTE:DD
    Besos! <3

    ResponderEliminar