jueves, 23 de agosto de 2012

52.No me mires con los ojos, hazlo con el corazón.

¿Dónde está el micrófono Biebs?
 
 
 
*Kelly tan bonita. Kelly tan adorable. Kelly tan apasionada. Kelly tan sonriente. Kelly tan cariñosa. Kelly tan amable. Kelly tan inocente. Kelly tan perfecta. Kelly tan mía. Voy a buscarla a su habitación y llamo a la puerta. Ella me abre. Está semidesnuda. Me fijo en su cuello rojo y con un chupetón que yo no le he hecho. Me siento muy furioso y la miro enfadado, ella se ríe. Su pintalabios rojo está esparcido alrededor de su boca y yo no a he besado. Unas manos rodean su cintura desde su espalda y una cabeza se apoya en su hombro. No sé quien es él. Lo único que escucho de sus labios es:
-Ya no te quiero
Y siento como si me pegasen una patada en el estómago. Una patada que ella misma me ha dado. Cierra la puerta y...*
Me despierto sobresaltado y miro a mi alrededor, ella no está. El sudor recorre mi frente y mi pecho, hace mucho calor. Estoy llorando, joder. Hacía mucho tiempo que no tenía pesadillas y menos así, parecía muy real. Me levanto y la busco. Está en la terraza sentada con una sonrisa en su cara al verme, me siento a su lado y ella me mira a los ojos.
-¿Has llorado? Pero si estabas durmiendo.-dice sin entender cuando y por qué he llorado.
Hago una mueca extraña. Me siento a su lado.
-He tenido un mal sueño -digo sin más.
Me abraza fuerte. Ella alguna vez cuando hemos dormido juntos ha tenido pesadillas y la he tenido que despertar porque estaba realmente asustado, parecía que estaba sufriendo. La última pesadilla que tuve fue hará un año. Soñé que había un incendio en mi casa y mi madre se estaba quemando, yo estaba allí parado, no me podía mover y la veía sufrir, gritaba y lloraba… Fue mi madre quien me despertó y me consoló. Recuerdo la imagen de Kelly en el sueño. Ella no es así, no me haría nunca eso… ¿O sí?
-¿Qué has soñado?-me pregunta.
Sacudo la cabeza espantando los pensamientos.
-Te vas a reír…-digo no muy convencido, ella niega con la cabeza-Te iba a buscar a tu habitación y estabas con un chico…
Ella hace una mueca y después se echa a reír. No entiendo nada. Levanto una ceja y ella para de reír.
-Justin, cariño, sabes que te quiero-dice abrazándome de nuevo.
-Sí, pero te ríes de mí.
-Que no tonto, es que ese sueño me parece estúpido.
-No puedo controlar mis sueños.
-Pero seguro que has empezado a pensar gilipolleces.
Si bueno, he dudado un poco, es verdad. Pero es que es muy difícil soñar algo así y no pensar que en un futuro puede pasar, porque claro que puede pasar…
-¿Cómo que gilipolleces? ¿Por qué dices eso?
-Porque aquella vez que estábamos en tu casa y yo soñé que me estabas engañando pensé gilipolleces…
Y lo digo, no sé por qué ni cómo he sido capaz y por un momento estoy a punto de arrepentirme, pero no lo hago, lo suelto de golpe y sin reparos:
-Kelly, no me dejes nunca por favor.
Ella vuelve a abrazarme, esta vez más fuerte.
-No lo voy a hacer, Justin-susurra
-¿Me lo juras?
Ella no duda ni un instante.
-Te lo juro.
~Narrador omnisciente~
Justin cierra los ojos dejando que las palabras de Kelly lleguen hasta su corazón. Le acaba de jurar que no va a dejarla nunca y se siente el chico más afortunado de este mundo. La  estrecha entre sus brazos, sonríe aún con los ojos cerrados. Y piensa que es un maldito capullo enamorado. Hace poco no quería saber nada ni de amor ni de relaciones, pero llegó ella y lo revolucionó todo, cambió los esquemas y ahora él desearía haberla conocido antes. Kelly, su novia. Se está volviendo loco. ¿Cómo es posible que sienta cosquillas en el estómago cada vez que la ve? ¿Cómo es posible que sonría cada vez que ella no hace? ¿Cómo tiene la capacidad de hacer que me olvide de todo y que parezca que solo existimos ella y yo? No hay respuestas para esas preguntas, es algo simplemente mágico y punto.
~Narra Justin~
Deja de abrazarme, pero yo la cojo y la siento sobre mi regazo, quedando así muy pegados. Su brazo pasa por mis hombros y el mío por su espalda.
-Has dormido como tres horas-dice riendo.
-Tenía sueño, ¿qué pasa? ¿Tú nunca te echas la siesta? –digo defendiéndome.
-Si, pero no duermo tres horas, Justin.
Suelto una risita y me encojo de hombros.
-Dormilón-susurra antes de unir nuestros labios.
Nuestras lenguas juegan libremente, creando esa magia que hace que suelten pequeñas descargas eléctricas y que me encanta. Nos damos besos dulces y lentos, otros divertidos y rápidos. Sus labios tienen algo…, algo así como adictivo. Y me encantan, me encanta besarlos todo el tiempo.  Al fin consigo separarme y nos miramos a los ojos con una sonrisa.
-¿Por qué me encantas tanto?-pregunta.
Me encojo de hombros  y la miro tiernamente. No sé que responderla, eso me lo tendría que  responder ella porque yo no estoy en su cabecita para averiguarlo. Me siento como un tonto, en serio. Si Ryan me viese ahora haría cien chistes sobre mi cara.
-¿Y tú por qué eres tan linda?
-No soy tan linda.
-Cierto, eres hermosísima-respondo besando de nuevo sus labios.
Se separa lentamente y acaricia mi pelo suavemente y se me ponen los pelos de punta. Sentir sus manos en mi pelo es placer, me encanta. Miro sus ojos con ese verde oscuro tan bonito, se encojen porque está sonriendo. Me doy cuenta de que yo también estoy sonriendo, lo hago sin pensar, no me doy ni cuenta pero he empezado a sonreír. La beso apasionadamente y sus manos se cuelan dentro de mi camiseta, suspiro. Baja a mi cuello y se entretiene jugando ahí con su lengua. Mi móvil suena de pronto y me asusto. Me cago en todo lo que se menea.
-Joder, debería haberlo apagado-murmuro intentando sacarlo de mi bolsillo.
Kelly se levanta un poco y coge mi teléfono, me lo da.
-Responde, no me importa.
Cojo el teléfono y miro la pantalla. Veo la foto de mi madre sonriendo con su nombre debajo. Descuelgo.
-Hola sexy-le digo divertido.
-Justin, no me llames así, te lo he dicho un millón de veces-suelto una carcajada y la hago reír también.-¿Qué tal estás?
-Muy bien, mamá. ¿Y tú?
-Bien, hijo. ¿Qué hacías?-pregunta con curiosidad.
Mi madre tan cotilla como siempre. Sonrío y miro a Kelly, sentada sobre mí, que me mira atenta.
-Estaba con Kelly.
A mi madre nunca la miento y creo que si lo hiciese me descubriría porque me da la sensación de que lo sabe todo.
-Ah, si molesto te puedo llamar más tarde-dice indecisa. Ella nunca quiere molestar, pero no lo hace, no me molesta, la echo mucho de menos y me alegra hablar con ella.
-No, tranquila.-digo para que no cuelgue.
Escuchar su voz me hace sentir de algún modo más cerca de ella.
-Me ha llamado tu padre-dice un tanto triste.
-¿Ocurre algo?-digo preocupado.
-Denisse se ha marchado de casa, le ha dejado solo con los niños y él tiene que trabajar… Me ha pedido que me quede con los niños porque la niñera se ha marchado, dice que Denisse la trataba mal-dice directa.
Estoy sorprendido. Denisse se ha marchado… Joder, eso es genial. Por otra parte no me extraña que la niñera se marchase, si la trataba como a mí y a Kelly…
-¿Y tú que le has dicho?-digo con curiosidad.
-¿Qué le iba a decir Justin? Pues que sí.-dice como si fuera obvio
-¿Y ahora viven contigo?
-Si.
Estoy contento. Mis hermanos están viviendo con mi madre, en mi casa. Estaré con ellos siempre… Espero que Denisse no vuelva.
-¿Sigues ahí, Justin?-pregunta mi madre.
-Si, si. Es que no me lo puedo creer.
-¿No estás contento?-pregunta confusa.
-¿Cómo no voy a estar contento? Estoy más que contento mamá.
Ella suelta una carcajada y seguimos hablando de tonterías y cosas sin sentido, después nos despedimos y Kelly espera que le cuente algo.
-Denisse se ha marchado, mis hermanos están viviendo en casa de mi madre-le digo sonriendo.
-Eso es genial-dice contenta por mí.
Me abraza y su cabeza está apoyada en mi hombro.
-Tu cuello es muy apetecible-susurra antes de besar mi cuello.
-Eso me acaba de poner mucho-confieso.
 Me separo y la beso de nuevo. Se deja besar y no solo besar porque mi mano vaga por su espalda. Traviesa, se cuela dentro de su camiseta y ella suspira sobre mi boca. La acaricio suavemente y terminamos sobre el sofá terminando lo que antes habíamos empezado.


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